José Mujica: “Hasta acá llegué”

El expresidente uruguayo José Mujica dijo que el cáncer de esófago que padecía se extendió en su cuerpo y tomó su hígado, y que se está “muriendo” porque no hay cura posible.

El expresidente de la República y líder del Frente Amplio (FA), José “Pepe” Mujica, brindó ayer durante una entrevista un duro panorama sobre su salud, al revelar que el cáncer de esófago. que se le diagnosticó en abril de 2024, se extendió se expandió a su hígado: “Me estoy muriendo, ya terminó mi ciclo”.

“El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas. No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta”, sostuvo el líder uruguayo al ser entrevistado por el semanario Búsqueda del país vecino.

“Que me pichicateen y cuando me toque morir, me muero. Así de simple como te lo digo. Estoy condenado, hermano. Hasta acá llegué”, afirmó Mujica, de 89 años.

“Lo que quiero es despedirme de mis compatriotas. Es fácil tener respeto para los que piensan parecido a uno, pero hay que aprender que el fundamento de la democracia es el respeto a los que piensan distinto. Por eso, la primera categoría son mis compatriotas y de ellos me despido. Le doy un abrazo a todos”, manifestó.

El expresidente se encuentra en proceso de recuperación de una intervención que tuvo el pasado 27 de diciembre, cuando le colocaron un stent en el esófago para mejorar su capacidad de ingerir alimentos y bebidas por vía oral, comprometida luego del tratamiento por el cáncer que padece.

Mujica, líder del Movimiento de Participación Popular del presidente electo Yamandú Orsi, contó que les pidió a los médicos es que no lo hagan “sufrir al pedo”.

En el reportaje, Mujica celebra la vida que tuvo y remarca que le faltan cuatro meses para que cumpla 90 años. “Todos los días ando un poquito en el tractor, aunque sea simbólico, y estoy acomodando las cosas para los que van a quedar acá en la chacra. Compré un tractor nuevo a US$ 28.000. Para los que van a quedar acá, para que vivan. Quiero dejarles fierros nuevos. No tengo hijos, pero igual voy a dejar descendencia”.

Y agrega: “Yo me voy a morir acá. Ahí afuera hay un sequía grandote (un árbol que él cultivó de una semilla que le regalaron). Está Manuela enterrada ahí (su perra). Estoy haciendo los papeles para que ahí también me entierren a mí. Y ya está”.

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