Capturaron a Cristian Lanatta y Víctor Schillaci

Tras 15 días de búsqueda, los dos evadidos de un penal de máxima seguridad fueron apresados en la localidad santafesina de Cayastá. En el gobierno advierten de un “enemigo infiltrado” en sus filas 

Luego de una persecución de película, Cristian Lanatta y Víctor Schillaci fueron recapturados ayer por personal de la Policía de la provincia de Santa Fe, en la pequeña localidad de Cayastá, en las inmediaciones de un molino que había sido rastrillado con anterioridad por las fuerzas de seguridad y que no había dado resultados positivos sobre su paradero.

Según trascendió, tras ser capturado, Schillaci pidió no volver al penal de General Alvear al entender que allí corre riesgo su vida. El juez Sergio Torres dispuso entonces que quede alojado en la cárcel federal de Ezeiza, ante lo cual el ex prófugo habría manifestado: “En las cárceles federales también tiene influencia Aníbal Fernández”.

Las palabras del detenido alimentaron las sospechas de que La Morsa buscaría evitar que los condenados por el triple Crimen sigan aportando pruebas que lo comprometan con la mafia de la efedrina. Eso no es todo: también podrían dar testimonio sobre otros temas sensibles que complicarían aún más al ex jefe de gabinete como es el tráfico de armas que se habría orquestado desde la Renar, cuando estuvo bajó su órbita, y el Fifagate. En ambos casos se encontrarían involucrados José Luis y Andrés Meiszner, estrechamente vinculados con Aníbal Fernández. El primero, a su vez, se encuentra procesado por el escándalo de coimas en la FIFA y se entregó a la Justicia norteamericana. 

Según los participantes del operativo que dio fin a una fuga que mantuvo en vilo a todos los argentinos, los delincuentes se encontraban “abatidos y cansados” y pedían que por favor les alcanzaran agua y comida, ya que estaban hambrientos y deshidratados.

Lo paradójico del caso, es que fueron atrapados a solo 500 metros de donde había sido detenido Martín Lanatta, lo que dio motivo a que se elucubraran distintas teorías sobre el por qué no se dio con anterioridad con los prófugos, y sobre la labor llevada adelante por las distintas fuerzas federales para dar con ellos.

En el molino, los evadidos habían tomado como rehén a un empleado hasta que los detuvo personal de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) de la Policía santafesina, que encontraron en su poder armas 9 milímetros, aunque visiblemente agotados por la presión psicológica que ejercía sobre ellos el tener que eludir el operativo policial montado.

Alegría oficial

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, exaltó la labor policial y resaltó que el resultado positivo del operativo se debió al "trabajo en equipo", aunque reconoció que tuvieron "muchos problemas" y "muchas pistas falsas" durante la búsqueda de los prófugos. Además, indicó que el Gobierno tiene "un enemigo que se infiltra en todos lados" y que quiere "comprar" a los funcionarios. Siguiendo con esa tónica, Bullrich advirtió que "las piedras que pusieron en el camino empezaron el primer día y todo lo que nos pasa tiene que ver con que tenemos un enemigo que se infiltra en todos lados, que se mete, que nos quiere comprar", indicó la funcionaria.

Por su parte, el presidente Mauricio Macri destacó “estar contento pero alerta, todos los días trabajando a fondo en la cuestión de la lucha contra el narcotráfico. Lo que ocurrió con estos delincuentes es solo un dato, pero dentro de estos próximos cuatro años vamos a tener muchos episodios así”.

Cristian Lanatta y Schillaci fueron trasladados en horas de la tarde de ayer a la Capital Federal, donde  mantuvieron una audiencia informativa con el juez  Torres.  Luego de esa reunión con el magistrado, los detenidos se unieron a Martín Lanatta, quien no declaró ante el letrado (ver aparte), y fueron remitidos al penal de Ezeiza.

Vidal pidió avanzar contra las complicidades narcos

La noticia de la captura de Cristian Lanatta y Víctor Schillaci, fue celebrada en el día de ayer por la gobernadora María Eugenia Vidal, aunque advirtió que "hay sectores de complicidad" con el narcotráfico "tanto dentro como fuera del Estado".

Vidal sostuvo que "lo de hoy (por ayer) fue un primer paso, el inicio del camino, la lucha será difícil, pero tenemos el compromiso nuestro y del Presidente para ir a fondo en serio. La lucha que nos espera es la más importante, es dar la batalla con toda la cadena de complicidades”.

En ese sentido, la mandataria provincial destacó que en esa lucha “vamos a necesitar del involucramiento de la Justicia. Le pido a la Justicia que tenga compromiso, nosotros no somos parte, tenemos las manos libres para poder avanzar".

"La pelea es contra el narcotráfico, sabemos que hay sectores de complicidad dentro y fuera del Estado. En la fuga hubo un cómplice político. Lo que sucedió es el resultado de muchos años que se negó que la Argentina es una país en el que el narcotráfico iba creciendo. Se miró a otro lado o se fue cómplice. ¿Quién fue cómplice? Lo tiene que decir la Justicia", subrayó Vidal.