Detuvieron a Vandenbroele

Un juez de Uruguay había pedido horas antes la captura internacional del presunto testaferro del Vicepresidente Amado Boudou. Lo acusa por el delito de lavado de dinero en el marco de la causa Ciccone. Lo encontraron en Mendoza

La justicia de Uruguay libró ayer un pedido de captura internacional para el empresario argentino Alejandro Vandenbroele, compañero en la causa Ciccone del Vicepresidente Amado Boudou, y horas más tarde lo atraparon en Mendoza.

Efectivos de la Policía Aeroportuaria (PSA) aprehendieron a Vandenbroele  en la localidad de Chacras de Coria, a unos 20 kilómetros de la capital mendocina, donde vive su exesposa Laura Muñoz.

Precisamente, Vandenbroele fue apresado cuando llevaba a su hija a la casa de su exmujer, luego de cumplir con el régimen de visita familiar. El socio de Boudou llegó en una camioneta Ford Ranger blanca, e inmediatamente se acercaron efectivos de la PSA y la Policía Federal, quienes le comunicaron la detención.  En silencio, sin esposas, y sin hacer ningún llamado telefónico, los móviles de las fuerzas partieron rápidamente.

Antes, el juez Néstor Valetti, quien lleva adelante la investigación en Uruguay aseguró que “debimos apelar a esta instancia por su negativa de presentarse a declarar en los juzgados de Montevideo a los que se lo citó”.

Valetti, en caso de que lo extraditen, indagará al demorado por la maniobra de inyectarle cuantiosos fondos a The Old Fund (la sociedad holandesa que en 2010 controló a la nueva Ciccone), a través de Dusbel, Sociedad Anónima constituida en Uruguay.

Vandenbroele había sido citado a declarar por primera vez el 4 de febrero de 2014, pero no se presentó a la audiencia alegando el cierre de fronteras que le había puesto la justicia argentina. En esa oportunidad, además, pidió declarar por escrito, solicitud que fue desestimada por la justicia uruguaya, pasible de realizar esa práctica con testigos pero no con indagados.

La segunda citación fue el 28 de agosto del año pasado. Pero Vandenbrole tampoco concurrió al juzgado que, en esa instancia, tenía su sede temporal es uno de los pisos del edificio en el que está el Centro de Instrucción Criminal (CIC), en la Ciudad Vieja, de Montevideo.

La trama que desembocó en estas citaciones de la justicia uruguaya al empresario argentino comenzó en abril de 2012 a partir de una investigación de la Unidad de Información y Análisis (UIAF) dependiente del Banco Central local (BCU), que consideró sospechosa la transferencia de US$ 620.000 realizado en favor de The Old Fund (renombrada a mediados de 2011 como Compañía de Valores Sudamericana) por  la empresa Dusbel S.A, que nunca antes había transferido importes mayores a los 10 mil dólares.

Interesado entonces en la conexión que en Uruguay tendría la nueva Ciccone Calcográfica, el BCU hizo la denuncia para que la justicia empezara a indagar a Vandenbroele.

Lo buscaron en Capital Federal

Con la circular roja ya en Buenos Aires, efectivos de la Policía Federal comenzaron a buscar a Vandenbroele, por lo que se presentaron en el departamento 3° "B" de la calle Quirno Costa 1273 -domicilio que había declarado ante la Justicia uruguaya-, con resultados negativos. 

Luego concurrieron a dos domicilios más porteños que figuraban en la orden de captura, pero no encontraron a Vandenbroele, quien, según dio por probado el juez Ariel Lijo cuando procesó a Boudou, tiene profusos vínculos con el entorno directo del vicepresidente, puntualmente con su amigo íntimo José María Núñez Carmona.

Pero no fue difícil ubicarlo. Un portal de noticia de Mendoza había publicado anteayer que Vandenbroele descansaba en un hotel en la localidad de Maipú.

Como se recordará, la Cámara Federal porteña confirmó anteayer el procesamiento de Boudou y Vandenbroele, entre otros, en el " caso Ciccone".