El pedido de Argentina para ingresar a la OTAN preocupa en la región

El presidente de Bolivia, Luis Arce, planteó que “pone en riesgo la paz” en América del Sur. La alianza concedió el mismo estatus al que ahora aspira Argentina a países como Australia, Afganistán, Irak, Japón, Corea del Sur, Mongolia, Nueva Zelanda y Pakistán.

Días atrás, el ministro de Defensa de la Nación, Luis Petri, anunció que entregó una carta donde expresa la solicitud de la Argentina para convertirse en un socio global de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

“Me reuní con Mircea Geoana, secretario general adjunto de la OTAN. Le presenté la carta de intención que expresa la solicitud de Argentina en convertirse en un socio global de esta organización. Seguiremos trabajando en recuperar vínculos que permitan modernizar y capacitar nuestras fuerzas al estándar de la OTAN”, dijo.

El propio vocero presidencial, Manuel Adorni, se refirió al anuncio de Petri y dijo que el estatus de socio global de la OTAN “va a permitir al país elevar las capacidades militares y defensivas a través de ejercicios multinacionales y tecnología avanzada, así como participar en debates y decisiones estratégicas. De esta manera, el país podría sumarse a un grupo de países que ya están accediendo a los beneficios de participar en esta alianza mundial como lo son Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Japón, etcétera”.

Cabe señalar que en enero de 1998 Argentina fue designado por Estados Unidos como “aliado importante extra-OTAN”, un estatus que establece privilegios de cooperación militar y económica entre ambos países. Esta designación sigue vigente. El anuncio se realizó dos días después de que Buenos Aires concretara la compra de 24 aviones de combate estadounidenses F-16 a Dinamarca. La operación contó con el aval de Washington.

Los socios globales actuales de la OTAN son Australia, Colombia, Irak, Japón, Corea del Sur, Mongolia, Nueva Zelanda y Pakistán.

A nivel global, el intento de la coalición militar de aumentar sus filas y aislar a Rusia forman parte de las intenciones de EE. UU. de ganar protagonismo en Eurasia.

Esa región, como también Oriente Medio, se constituye como espacio decisivo del sistema mundial en plena transición multipolar y con la creciente resistencia de Washington, que lucha por mantener su hegemonía.

Argentina y la OTAN: para qué asociarse

El acercamiento de la Argentina a la OTAN está vinculado a la nueva política exterior desa­rrollada por el Gobierno del Presidente Javier Milei, alineado con Estados Unidos e Israel.

Además de Colombia, que fue admitido como socio en 2017, la OTAN concedió el mismo estatus al que ahora aspira la Argentina a países como Australia, Afganistán, Irak, Japón, Corea del Sur, Mongolia, Nueva Zelanda y Pakistán.

Un aspecto importante que podría generar algún conflicto interno es la disputa diplomática por la soberanía de las islas Malvinas entre el Reino Unido –uno de los miembros fundadores de la alianza– y la Argentina, que causó una guerra en 1982.

Preocupación en países vecinos

El presidente de Bolivia, Luis Arce, afirmó que la Argentina pone en riesgo la paz de la región con su intención de formar parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). “Está poniendo en riesgo la paz de la región porque sabemos a qué viene la OTAN en los diferentes países. Miren lo que está ocurriendo en la guerra entre Ucrania y Rusia. La OTAN juega un papel fundamental para explicar lo que está pasando en esa parte del planeta”, afirmó el mandatario en una entrevista con el portal de noticias ruso Sputnik.

Arce, por otro lado, rechazó las recientes declaraciones de la ministra de Seguridad de la Argentina, Patricia Bullrich, que acusó a Bolivia de albergar a combatientes proiraníes en su territorio y de otorgarles pasaportes bolivianos. “Nosotros rechazamos totalmente las declaraciones de la ministra argentina porque carecen de fundamento, no tienen ninguna prueba y (ella) solamente ha tratado de distraer la atención de la crisis que vive la Argentina. Tienen 53% de inflación en tres meses. No saben cómo ocultar esa semejante inflación”, dijo el jefe de Estado.

“Es evidente que no existen resultados por parte de las políticas aplicadas por el Gobierno argentino en su país. Lo cierto es que para el caso boliviano no tenemos absolutamente nada, es una acusación absolutamente falsa. Y ese tipo de acusación ha recibido una respuesta por parte de nuestra Cancillería, no, como un comunicado, porque es el nivel que hay que responder ante semejante bajeza e irresponsabilidad en hacer declaraciones sobre nuestro país”, complementó.

¿Qué es la OTAN y qué implica ser socio global?

Creada en 1949, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es una alianza de seguridad colectiva en la que sus Estados miembros se comprometen a defenderse mutuamente de cualquier ataque externo.

La alianza nació en el marco de la Guerra Fría, entre Estados Unidos y la Unión Soviética, y tenía como objetivo frenar el avance del comunismo hacia Europa occidental.

Por ello, uno de sus artículos clave era el número 5, el cual establece que “las partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas, y en consecuencia, acuerdan que si tal ataque se produce, cada una de ellas (...) ayudará a la parte o partes atacadas”.

Para suerte de la humanidad, el artículo 5 nunca fue invocado durante la Guerra Fría y apenas se aplicó una sola vez, tras el ataque de las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001.

Una OTAN revitalizada

Tras la caída de la URSS, la alianza militar se quedó sin una misión existencial. Sin embargo, Estados Unidos, líder indiscutido de la OTAN (provee el 70% de su presupuesto militar), se encargó de que esta se mantuviese activa con el objetivo de continuar afianzando tanto su posición hegemónica en Europa como sus vínculos con el resto de Occidente.

Así, por un lado, se propuso combatir el terrorismo y, por el otro, la utilizó como un medio para difundir la democracia, ya que cualquier país que quiera unírsele debe cumplir con ciertos estándares.

No obstante, poco a poco, la alianza fue perdiendo trascendencia e, incluso, a fines de 2019, antes de que comenzara la pandemia del coronavirus, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, declaró que la OTAN tenía “muerte cerebral”.

Ahora, tras dos años de guerra en Ucrania, la invasión rusa ha servido para revitalizar la alianza, que ha sumado a dos nuevos miembros, Finlandia y Suecia (esta última está a punto de serlo).

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