Las voces del Senado

En un debate largo que comenzó a las 16 de la jornada pasada, los legisladores expusieron sus argumentos a favor y en contra de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Hubo divisiones dentro de los mismos partidos políticos

Como anticipábamos en los últimos días, el debate de la IVE sería uno en el que las divisiones no se darían solo entre los distintos partidos que conforman la Cámara alta, sino que se fragmentarían las opiniones dentro de un mismo partido político. Y eso fue lo que ocurrió. Los senadores debatieron, toda la tarde de ayer y la madrugada de hoy, sus posturas. Unos lo hicieron por convicción propia, algunos por pedidos (y presiones) de sus provincias y otros por el deber de legislar por el bien común de los ciudadanos del país.

Antes de iniciar la sesión, Silvia Elías de Pérez, senadora por Tucumán de la Unión Cívica Radical, afirmó que “salga lo que salga hoy, no termina acá. Si este proyecto se transforma en ley, es inconstitucional”. “Será un juez de la Nación Argentina el que termine resolviendo porque vamos a plantear la in­constitucionalidad del mismo”, advirtió.

Como miembro informante, fue Norma Durango, senadora de la Pampa por el Frente de Todos, quien tomó la palabra en primer lugar y consideró al debate como “histórico”. Sobre el IVE aseguró que es “para cuidar y proteger la vida de las y los argentinos”. “Esto es lo que nosotros llamamos justicia social”, agregó, mientras se mostró orgullosa de contar con la posibilidad de “legislar por y para las mujeres”.

“La alternativa es aborto legal o aborto clandestino. Estamos debatiendo la posibilidad de generar herramientas normativas e institucionales para que las mujeres y personas gestantes puedan decidir una maternidad voluntaria y deseada”, sostuvo Durango.

Mario Fiad, de Jujuy por la UCR, en su turno, expresó: “Si este proyecto se convierte en ley, se abortarán sueños, proyectos, oportunidades para aquellas niñas y mujeres a quienes no les cambiaremos su dramática realidad de vulnerabilidad cotidiana, tampoco de pobreza estructural ni de falta de educación”.
Oscar Parrilli, senador por Neuquén por el FdT dijo: “Estamos ante un tema de igualdad y ampliación de derechos, que es dándole derechos a la mujer, porque no se está obligando a ninguna mujer a hacer un aborto. Lo que se está haciendo es que deje de ser delito”.

“No podemos pensar que si nosotros no sacamos la ley no va a haber más abortos, van a seguir existiendo para un sector social con garantías y para otro con un riesgo de vida”, agregó Parrilli.
“Quiero que mis hijos vivan en un Estado de derecho donde no se violente la Constitución, se respeten los tratados de DD. HH., se rompa el modelo cultural machista y mis hijas puedan vivir libres y seguras, donde nadie pueda disponer de la vida de nadie”, aseguró Dalmacio Mera, senador por Catamarca, quien apeló absurdamente al año 1315 para comparar esa época con esta ley en la que “no había plan B”.

Más tarde, la senadora del FdT por Chubut, Nancy González, dijo que iba a votar el proyecto “para que las personas gestantes puedan decidir cuándo maternar” y para que las mujeres no vuelvan “nunca más al perejil, a las perchas, a los garajes clandestinos y para que nunca más haya mujeres muertas por abortos clandestinos”.

“Estamos atravesando un cambio de paradigma y este cambio lo lideran las luchas feministas. Comprendí que nada puede detener el avance de la historia y la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo es la demanda de las nuevas generaciones”, expresó García Larraburu, quien en 2018 votó en contra de la legalización de la IVE, pero que afirmó que ayer votaría a favor de la legalización del aborto: “Un voto afirmativo es un voto deconstruido”, sentenció.

“Yo elijo legislar con mi voto para trabajar sobre una política pública de salud, para que cuando una mujer llegue a esa instancia no deseada, no recomendada, esté un Estado que la acompañe y así sí, salvemos vidas”, afirmó la senadora por Mendoza de la UCR Pamela Verasay.

Luego el chaqueño de la UCR, Víctor Zimmermann adelantó que su voto iba a ser negativo. “El valor más preciado que tiene cualquier ser humano, independientemente de su creencia religiosa, es la vida y en ese marco aprovecho para adelantar mi voto negativo a este proyecto porque la vida no se debate, se defiende”, argumentó pasadas las 18.

Luego, la senadora del FdT por San Luis, María Eugenia Catalfamo, quien contó que en 2018 fue amenazada a que aborte mientras cursaba su embarazo, alegó que “este proyecto de ley junto al Plan de los 1.000 días, que también estamos debatiendo, buscan garantizar que cualquiera pueda decidir libremente y que el Estado va a estar ahí para acompañarlos ya sea interrumpiendo su embarazo o decidiendo su continuidad”.

“Hasta cuándo van a negar que los abortos clandestinos existen. Hasta cuándo nos van a cosificar, vamos a ser consideradas mujeres de segunda y vamos a tener que enfrentarnos a ese mandato patriarcal de ser madres o no estar realizadas como mujeres”, reflexionó Eugenia Duré del FdT.

“Esto es producto de la lucha de miles y miles de mujeres que en los últimos años, décadas, vivieron bregando y denunciando los atropellos y las injusticias a las que se vieron sometidas”, advirtió el senador del PRO por Misiones Humberto Schiavoni, quien había denunciado, el pasado 23 de diciembre, que había recibido un llamado del obispo de Posadas para hacerlo reflexionar por su voto.

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