Los dramáticos daños colaterales que dejan los femicidios

Durante 2016 hubo más de 300 mujeres asesinadas y casi 1.500 chicos se quedaron sin madre. A siete años del crimen de su hija, el padre de Wanda Taddei habló con diario Hoy y afirmó que “cambiar el paradigma machista y patriarcal llevará varios años” 

A las 3 de la madrugada del 10 de febrero de 2010, en la vivienda de Pizarro al 7.083 del barrio porteño de Mataderos, el exbaterista de Callejeros, Eduardo Vázquez, roció con alcohol y luego prendió fuego a su esposa, Wanda Taddei. La internaron en el Hospital de Quemados y once días después falleció. A los 36 meses de ese ataque, el asesino fue condenado a prisión perpetua y el caso marcó un precedente en materia de violencia de género. 

En los últimos años, los casos de femicidios se incrementaron de forma alarmante, según dio a conocer a mediados de enero último la Fundación Wanda Taddei. En 2016, más de 300 mujeres fueron asesinadas y cerca de 1.500 chicos se quedaron sin madre. 

En diálogo con diario HOY, el padre de Wanda, Jorge Taddei, señaló que “las estadísticas son fluctuantes, pero acá hay una constante que más o menos se mantiene: sube unos meses y baja en otro. Acá el tema es que la cantidad de femicidios no va a bajar hasta que no se cambie el paradigma de la sociedad machista y patriarcal”.

La pregunta recurrente en este tema es: ¿Cómo se cambia a una sociedad violenta? “Tenemos un paradigma que tiene miles de años, no lo vamos a cambiar en uno, ni en dos ni en veinte. Acá tenemos que tomar este tema seriamente, en profundidad y cambiarlo a partir de la educación, de la lucha, de todo lo que se está haciendo, pero fundamentalmente tenemos que encarar el tema de la educación que, incluso, la propia Ley 26.485 lo contempla desde jardín, primaria, secundaria y universitaria”, explicó Taddei. 

“Es todo un proceso que llevará trabajar con varias generaciones. Recién entonces va a ir bajando la estadística y vamos a llegar a tener una sociedad sin violencia de género. Cambiar un paradigma implica que se tiene que involucrar toda la sociedad, y para modificarlo hay que luchar, se necesita presupuesto; pero los cambios no son de hoy para mañana, sino que se trata de no abandonar la lucha. Tenemos que educar chicos que no sean machistas y para eso tenemos que cambiar la sociedad, para pasar a otro paradigma”, especificó Taddei. 

En este marco, destacó que es importante la lucha colectiva: “En el siglo XIX, las mujeres empezaron a moverse, comenzaron a modificar estructuras sociales y los hombres se pusieron locos. Para conseguir el voto de la mujer tuvieron que esperarse 50 años más del siglo XX. Esas luchas se fueron imponiendo al concepto machista y los machistas ultraístas se ponen locos con esto. Últimamente, con el protagonismo de la mujer, con la lucha que están librando las mujeres, se exacerba todo este contenido patriarcal y machista que tiene la sociedad”.

En 100 días, 133 crímenes

“Al instituto Wanda Taddei llegan datos de los femicidios que se van produciendo en el país: desde las comisarías de la mujer, de la oficina de violencia de género”, sostuvo Julio César Torrada, presidente de la Fundación. Hasta hace un mes, “en los últimos 100 días habían matado a 133 mujeres”, agregó.

Con respecto a cómo actúa un sujeto con su expareja, el abogado explicó que “hay una primera etapa del violencia, donde va acumulando tensión y presión con respecto a la víctima”. 

“El violento considera que la mujer forma parte de su patrimonio, que le pertenece. De hecho, él mata y dice: sos mía o no sos de nadie. En el caso de Hurlingham (donde un sujeto mató a su pareja y a cinco más la semana pasada) tuvo el desencadenante a partir de un posteo de Facebook que hizo la víctima, en donde entró en crisis la idea de que la mujer le pertenecía. El violento tiene planeado y pensado a quién matar y por qué. Lamentablemente lo estamos viendo cada vez con mayor frecuencia”, señaló Torrada. 

Con referencia a las cifras de los femicidios, el profesional comentó que se cotejó “cómo han ido aumentando en los últimos años hasta llegar a 2016, cuando tuvimos más de 60 femicidios múltiples, arrancando en 2008 con 25. Ahí uno se da cuenta del crecimiento que esto ha tenido”. 

“Hay otro dato que no es menor y es muy preocupante: las víctimas colaterales. Hay un dato que muy pocos abordan, y es que de las más de 300 mujeres que el año pasado fueron asesinadas, quedaron 1.470 pibes sin mamá, y con el femicida muerto, preso o prófugo; porque muchas veces asesina y luego se suicida”, detalló el letrado. 

En este marco, se preguntó: “¿Qué será de la vida de esos niños? Probablemente sean futuros violentos, porque han tenido una infancia muy dura, han visto cómo papá le pegó y mató a mamá”.

Cuando la impunidad incrementa el dolor

El 20 de agosto de 2010 fue el último día que se tuvo noticias de Érica Soriano, quien vivía en Lanús junto con Daniel Lagostena. Recién seis años después, la investigación arrojó datos sobre la desaparición de la joven y su exmarido fue detenido, con prisión preventiva, aunque no está firme. 

El abogado de la familia Soriano, Marcelo Mazzeo, le dijo a este medio que “se consiguieron muchísimas más pruebas en contra de Lagostena, con lo cual se logró la prisión preventiva; tres veces se le dictó la preventiva, es un hecho inédito en el mundo”. Entre las medidas probatorias que obran en la causa se encuentran: “El uso de teléfonos que él no había dicho que tenía. Él usaba cuatro teléfonos, los cuales se utilizaron para lograr sacar el cuerpo de Érica de la casa de él”.

Debido al inconveniente de la preventiva, el letrado recusó a los jueces Tomás Bravo y Tristán Suárez, quienes deberán resolver la cuestión en los próximos días. “Si la rechazan, los otros jueces de Cámara (de Apelaciones de Lomas de Zamora) designados dirán si están bien recusados o no, y si los apartan o no del proceso”, señaló Mazzeo. 

Lagostena “era un psicópata controlador, que la sacó del ámbito de la familia, de los amigos y la anuló completamente como persona. Le hizo un lavado de cerebro, le cambió la forma de vestir, de pensar, de maquillarse, las salidas”, comentó el letrado. 

Mazzeo también representa a la familia de Marisol Oyhanart, la maestra jardinera torturada y asesinada en la localidad bonaerense de Saladillo en 2014. Al respecto, el abogado señaló que “está probado mínimamente que fue (Johnatan) Bianchi, pero también se ha logrado una importante prueba de autores intelectuales. Es un femicidio”, sostuvo, respecto de la expareja de la joven. 

Las víctimas, de acuerdo al rango etario

43% entre 21 y 40 años

25% entre 41 y 60 años

11% entre 16 y 20años

9% más de 60 años

9% menos de 16 años

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