Uno de cada cinco platenses vive sin asfalto

Más de 2.100 cuadras de La Plata tienen calles de tierra

El 17% de las calzadas de la ciudad están sin pavimentar, afectando sobre todo a los habitantes de la periferia. Especialistas consultados por diario Hoy advierten sobre la falta de planificación y mantenimiento 

El dinámico ritmo de crecimiento que viene presentando la ciudad en las últimas décadas tiene la triste con­tracara de que una serie de servicios básicos se brindan de manera deficiente. Tal es el caso de la falta de pavimento en muchas cuadras de la capital bonaerense, situación que hace que la vida de miles de platenses se complique a diario.

Invertir en caminos con asfalto es muy importante ya que de esta manera no solo se ofrece a los habitantes la comodidad de contar con una infraestructura apta para el mundo moderno, sino que además resulta indispensable a la hora de planificar una sociedad de cara al futuro. Sin embargo, de acuerdo a datos oficiales, en suelo platense existen alrededor de 12.500 cuadras, de las cuales más de 2.100 se encuentran sin asfaltar, es decir, un 17% del total.

Tal como sucede con otros servicios básicos, en el caso de los caminos sin pavimentar pueden verse grandes contrastes entre el centro y la periferia. De este modo, mientras que en el Casco Urbano el 100% de las aceras son de asfalto o en su defecto de adoquín, en los barrios más alejados del corazón céntrico el 38% de las calles se encuentran sin asfaltar y son de tierra.

Como si esto fuera poco, dentro del 83% de las vías de comunicación que se encuentran asfaltadas, el 70% presenta graves deficiencias para la circulación vehicular a causa de la abundancia de baches, pozos, agua acumulada o falta de mantenimiento, a lo que se le agrega en muchos casos cemento débil u otros materiales que no sirven para recubrir el suelo de manera firme y llana.

La falta de pavimento y las malas condiciones en las que se encuentran las calles de tierra, que las vuelven intransitables, provocan que sea 

virtualmente imposible entrar a muchos barrios para las ambulancias, patrulleros o el servicio público de pasajeros, ocasionando grandes trastornos a los habitantes. Todos estos problemas se acrecientan si se tiene en cuenta que el 40% de las calzadas no están señalizadas, lo que dificulta aún más la situación en los barrios de la periferia.

Sin control

Expertos consultados por diario Hoy sostienen que la situación actual es consecuencia de la falta de un proyecto por parte de las autoridades para hacer de La Plata una ciudad planificada, tal como la ideó en su momento Dardo Rocha. Si a eso se le suma el mal estado de las aceras, la ausencia de un plan estratégico hace que se degrade cada vez más algo básico como las vías de comunicación de una ciudad.

En diálogo con este medio, el arquitecto y coordinador del Instituto de Estudios Urbanos Capbauno, Rubén Aprea, señaló que “la ciudad sufre estos retrocesos en materia de caminos desde hace más de 50 años. Mantenimiento no significa contratar una empresa que se encargue de las calles, sino también controlarla, verificar qué problemas hay y hacer un trabajo consciente, no solo para tapar el bache temporalmente, sino para que dure”.

Según el miembro del Colegio de Arquitectos platense, “la ciudad después de las inundaciones necesita entender que se inundó, que se va a inundar y que tiene grandes posibilidades de volver a tener sus calles anegadas. Pensar en un pavimento que sea articulado, que sea absorbente, que tenga la posibilidad no solo de dirigir el agua hacia las bocas de tormenta sino también absorberla y paliar la cantidad de agua que corre por las calles sería pensar en la planificación a futuro”.

“Para enfrentar esta situación hay que trabajar. Se deja en manos privadas los arreglos, con lo cual cada uno lo hace a su conveniencia y no a las necesidades de una ciudad de más de 700.000 habitantes que necesita una estructura que no tiene. Una estructura de trabajo, de planificación de las obras y de control de las mismas. Hay un gran descontrol en la planificación urbana y creemos que ese es el punto fundamental de muchos de los problemas que hoy tiene la ciudad”, resaltó Aprea.

Todo hace pensar que las autoridades deberían valorar un poco más a La Plata y sus alrededores, darse cuenta de que ya no parece esa ciudad fundacional pensada e invertir en las obras necesarias para sacarla adelante, modernizarla y adaptarla a los tiempos que corren. 

Datos de una situación preocupante

12.500 las cuadras existentes en La Plata

2.100 las cuadras sin asfaltar superan esa cifra

100% de las calzadas del Casco Urbano son de asfalto

83% de las vías de comunicación platenses están asfaltadas

70%de las aceras tienen serias deficiencias en suelo local

40% de los caminos en los barrios están sin señalizar

38% de las calles de la periferia se encuentran sin asfaltar

17% de los caminos son de tierra en la capital bonaerense

“Siempre se actúa sobre la emergencia”

La existencia de más de 2.100 cuadras con calles de tierra en La Plata hace dudar sobre la ejecución de los objetivos establecidos a lo largo de las últimas décadas para mejorar la calidad de vida de los platenses. 

Informes públicos señalan que nuestra ciudad es un enclave que crece a razón de 10.000 habitantes por año. Por eso, al no haberse ideado una planificación de obras que tenga en cuenta ese ritmo de crecimiento, los ciudadanos sufren las consecuencias.

Para los especialistas, esto no es un fenómeno coyuntural, sino que se debe a años de no haber pensado en la ciudad y su de­sarrollo. 

 La Plata creció, pero nunca se trabajó en obras que formularan y ejecutaran planes para canalizar recursos y resolver el problema de las calles de tierra y en mal estado que tanto aqueja a los platenses, sobre todo a aquellos que viven en la periferia.

Nula previsión 

Alejandro Sago, un arquitecto platense con larga experiencia en la cuestión, le contó a diario Hoy que “en los últimos años se desmantelaron los organismos de planificación y no se piensa a futuro. Esto significa que el Estado estuvo ausente, en este caso el Municipio, a lo largo de los años. No es de hoy, no es coyuntural, son años de no haber pensado en la ciudad y su crecimiento”.

Para el profesional, “falta un proyecto que no pasa por el presente, sino que se trata de una evaluación de otro carácter. Esta inexistencia de un plan se refleja en los malos transportes urbanos, lo que hace que se complique la circulación interna y se desvirtúen rápidamente las capas de asfalto existentes”.

En ese sentido, destacó que “el proyecto de crecimiento de la ciudad para un millón de habitantes es una discusión que nos debemos. Que se degraden los usos de infraestructura, algunos fundacionales como por ejemplo por donde pasan las personas,  no se resuelve con mantenimiento, sino que se arregla con un proyecto que diga cómo se van a mover miles de personas, que es un destino inexorable”.

“La infraestructura no se piensa para la capital de la Provincia. Pasa lo mismo con las calles: se creció y no se pensó en que hoy en La Plata tenemos miles de cuadras sin asfaltar. El problema es que siempre se actúa sobre la emergencia y no con un proyecto. La emergencia se resuelve coyunturalmente, pero los proyectos son la solución. Seguro se están haciendo obras, pero no son proyectos de origen y todas estas operaciones son siempre con fines políticos y electorales. Todo se resuelve desde la emergencia”, subrayó Sago.

Cómo es vivir en el barro, contado en primera persona

“Es imposible seguir así”

Luz Alberro, Villa Montoro

“Los arreglos que están fueron hechos por los vecinos. Es imposible seguir así, porque cuando caen dos gotas se hace una laguna y se vuelve intransitable. Cuando , tenemos que ver por dónde podemos salir, si por la ruta o por 122. Sobre la calle 122 se hizo un pozo tan grande que se hace una laguna y el auto toca, así que no podemos pasar. Por la ruta ahora arreglaron un poquito la salida, porque estaba llena de pozos. Patrulleros acá, olvidate”.

“Los baches son impresionantes”

Roberto Cora, Villa Elvira

“Hace 38 años que vivo acá y nunca asfaltaron la calle. Pagamos los impuestos, barrido y limpieza pero nada. Tampoco tenemos agua. Tengo que usar una cisterna y esperar cuatro o cinco horas para que se llene así puedo usar el agua. Los baches son impresionantes, pasan muchos autos por acá y con otros vecinos contratamos un camión con acoplado y tiramos conchilla en toda la cuadra. Si hay escombros de alguna construcción también los usamos para tapar los pozos”.

“Cuando llueve no se puede circular”

Eugenio Díaz, Villa Alba

“Las calles no están asfaltadas, no pasa una máquina siquiera para tirar un poco de escombros. Es una zona olvidada. Cuando llueve no se puede circular, porque todo se llena de agua. No entra una ambulancia, no entran los bomberos, no entra nada, ni patrulleros, porque vienen hasta donde está asfaltado y después al resto no pasan. Es una zona olvidada, estamos pagando los impuestos pero nunca aparecen las mejoras. Acá funciona una escuela y cuando llueve los chicos tienen que estar en el medio del barro”.

“Los pozos se tapan con madera”

Sergio Rodríguez, Villa Montoro

“No se puede vivir así. Con los peligros que hay, incluso ahora que hay mosquitos, es muy complicado. Tengo seis chicos y una nieta y se complica bastante por ellos. Yo tengo movilidad, pero para los que no la tienen, que entren ambulancias o patrulleros es imposible, nadie entra, porque los pozos están tapados con madera, es feísimo. Cuando llueve se inunda todo, de punta a punta, no sabés dónde está el pozo, dónde está la zanja, dónde está la vereda, no se distingue nada”

“Los patrulleros no pueden pasar”

Pedro Díaz, Altos de San Lorenzo

“En muchas ocasiones se ha pedido que vengan a arreglar las calles. Además, las zanjas se inundan, está todo tapado, todo sucio. Pero nunca se ocuparon, nunca nos dieron bolilla. Con la última lluvia fuerte se inundó todo y la gente de la Municipalidad no apareció. La gente va a quejarse y no le dan bolilla. Si alguien se enferma o tiene que entrar la ambulancia, jamás va a poder entrar. La Policía, las veces que entra, lo hace corriendo. Los patrulleros no pueden pasar, no puede entrar nadie”.

“Ni caminando podemos salir”

Marcos Giménez, Altos de San Lorenzo

“Necesitamos ambulancias, poder salir en bicicleta. Ni caminando podemos salir, porque se llena todo de agua. Esperemos que nos escuchen y manden gente para que nos ayude. Desde que vivo acá, las calles nunca se arreglaron, acá trabajamos los vecinos. La Policía llega hasta la esquina y no puede pasar, los Bomberos si hay urgencia entran, pero la ambulancia no. Con los vecinos llenamos los pozos con escombros, pero no alcanza. Cuando llueve esto es una laguna. Esta calle figura como asfaltada, y no es así”

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