Paro total: la CGT paraliza el país contra el ajuste de Milei
Sin transporte, sin bancos, sin clases ni recolección de residuos, la medida de fuerza lanzada por la CGT se siente en todo el país. La protesta apunta contra el desmantelamiento del Estado y la caída del poder adquisitivo.
Desde la medianoche de este jueves, rige en todo el país el paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT), una medida de 24 horas que visibiliza el rechazo al plan económico del presidente Javier Milei. La huelga afecta servicios esenciales: trenes, subtes, vuelos, bancos, recolección de residuos, clases, puertos y transporte de cargas.
Se trata de una de las medidas sindicales más contundentes desde la asunción del nuevo gobierno. La adhesión incluye a los gremios ferroviarios, metrodelegados, peones de taxis, aeronáuticos, empleados bancarios, docentes, camioneros, estatales y portuarios. También afecta al comercio y a la administración pública, lo que se traduce en oficinas cerradas, atención reducida en hospitales y un país semiparalizado por completo.
El paro fue anunciado como una protesta directa contra el modelo libertario, caracterizado por el ajuste fiscal, la desregulación laboral, la licuación de salarios y jubilaciones, y la desinversión en áreas clave del Estado. Desde la CGT sostienen que la medida “es una expresión legítima de los trabajadores frente a un Gobierno que no escucha y que avanza sobre derechos conquistados”.
La central sindical no descartó nuevas acciones si no hay cambios en la política oficial. “Este es solo el primer paso”, advirtieron desde la conducción, mientras los gremios evalúan profundizar la protesta en caso de que continúe el deterioro social.
La CGT calentó motores con los jubilados y desbordó el Congreso
El miércoles 9 de abril, en la antesala del paro general, la CGT acompañó la movilización de jubilados frente al Congreso. La plaza, tradicional escenario de protesta previsional, fue colmada por miles de personas sin presencia policial ni represión, a pesar de las amenazas de la ministra Patricia Bullrich.
Los gremios liberaron a sus bases para participar desde el mediodía. “Las bases siempre estuvieron, quedó demostrado que había que convocarlas”, expresó Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, uno de los sindicatos que más impulso dio a la jornada.
La manifestación también fue una respuesta al debate legislativo sobre proyectos de mejora de haberes y prórroga de moratorias. “Se despertaron los diputados, que con nueve millones de pesos se sienten Gardel”, ironizó Carlos, uno de los manifestantes.
Desde la oposición sindical celebraron la masividad como un triunfo político. El juez Roberto Gallardo había limitado el accionar de las fuerzas de seguridad, lo que obligó al Gobierno a retroceder en la aplicación del protocolo antipiquetes. Así, la marcha se desarrolló sin incidentes, consolidando el clima de protesta que este jueves se transformó en un paro general de alcance nacional.