Piden la renuncia de De Vido y Galuccio

La entrega de YPF a Chevron, motivó que la diputada Margarita Stolbizer reclame la renuncia del ministro de Planificación y del titular de YPF. La soberanía argentina en juego

En una de las entregas más infames del patrimonio nacional, el kirchnerismo sancionó hace pocas semanas atrás la nueva Ley de Hidrocarburos, homologando con la misma todos los contratos secretos firmados por YPF con la petrolera norteamericana Chevron.

Durante la “década ganada”, el saqueo de los recursos naturales se ha profundizado, y el panorama que reina en el país es el de multinacionales que hacen y deshacen a su antojo, llevándose las ganancias a sus casas matrices sin reinvertir un peso en la Argentina.

Ante este panorama, la diputada nacional del GEN, Margarita Stolbizer, solicitó la renuncia del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y del titular de YPF, Miguel Galuccio.

La legisladora bonaerense aseguró que “el Pacto Chevron-K es una de las mayores entregas que recuerde la historia de nuestro país, junto al Pacto Roca-Runciman y las privatizaciones menemistas. El Frente para la Victoria firmó el marco legal de inversiones impuesto por la empresa Chevron. Ahora sabemos que el secreto del pacto escondía la entrega del patrimonio nacional”. El pacto firmado por el kirchnerismo con la petrolera estadounidense, que ha sido acusada de haber cometido un genocidio ambiental en el Amazonas, llevó a la titular del GEN a pedir "la renuncia del arquitecto de la ley de hidrocarburos, el ministro Julio De Vido y del gerente general de YPF Miguel Galuccio. La ley de hidrocarburos debe ser declarada de nulidad insanable".

Para Stolbizer, resulta “inadmisible” que se siga cumpliendo con un pacto “espurio” que se efectuó “a espaldas de la población” y que lo único que logra es ahondar “la entrega y el futuro de los argentinos”.

La diputada subrayó que "la defensa de la soberanía no se declama, se practica" y consideró que "la Argentina puede reducir sus importaciones de energía priorizando los yacimientos convencionales".

"La empresa Chevron exigió un nuevo marco de inversión, con topes máximos de regalías, concesiones de 35 años, garantías de libre remisión de utilidades a la casa matriz y sometió al país a tribunales extranjeros en casos de disputas", concluyó Stolbizer.