Caos, furia y desesperación tras el asesinato de un colectivero durante un robo

La víctima, que estaba por jubilarse, fue atacada por dos ladrones, que subieron al micro que manejaba para asaltar a los pasajeros. Ocurrió en La Matanza.

Un chofer de colectivos que estaba a punto de jubilarse fue asesinado ayer de un tiro en el pecho por delincuentes que subieron a robarle a los pasajeros y que, antes de huir, se tirotearon con un efectivo de la Policía de la Ciudad que viajaba a bordo, en la localidad de Virrey del Pino, partido de La Matanza, y por el hecho hay un detenido.

El crimen derivó en una protesta de choferes en la que fue atacado a golpes el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, quien sufrió fractura de cráneo y hundimiento de la órbita ocular.

Por el asesinato de Daniel Barrientos (65), quien trabajaba en la línea 620, fue aprehendido un hombre que hoy será indagado. En tanto, los investigadores secuestraron un auto quemado que se sospecha que fue el utilizado por los asaltantes para escapar y un arma con la que habrían matado a la víctima.

Los colectiveros de la empresa Nuevo Ideal S.A., que tiene entre sus líneas a la 620, iniciaron un paro de actividades en reclamo de seguridad, al que se plegaron trabajadores de al menos otras 85 líneas, que realizaban cortes en la avenida General Paz, a altura de Lomas del Mirador, y en la ruta 3, en Virrey del Pino, ambos de La Matanza.

Atraco atípico

El hecho ocurrió pasadas las 4:30 cuando dos cacos abordaron el micro conducido por Barrientos en la parada ubicada en el cruce de Bernardino Escribano y Cullen, del barrio Vernazza.

Berni explicó que la metodología utilizada por los malvivientes no fue la habitual, ya

que se movilizaban en un auto, le cruzaron el paso al transporte y, una vez que lograron hacerlo detener, se subieron y amenazaron a todos con armas con intenciones de robarles sus pertenencias.

Entre los pasajeros se hallaba una joven, acompañada por su hija de ocho años con discapacidad.

“Estaba en el primer asiento con su hija. Sube uno de los delincuentes que le apunta a ella y el otro, al chofer. A ella le sacan la mochila y el celular y al chofer le tiran un tiro y se escapan”, relató la madre de la testigo presencial del crimen. Agregó que los delincuentes “tenían entre 20 y 25 años, estaban sacados, no eran del barrio y estaban bien vestidos” y que el chofer “no se resistió”.

Otro de los pasajeros era un oficial del Departamento Operaciones Urbanas de Contención (DUOC), sede Barracas, de la Policía de la Ciudad, que retornaba a su domicilio luego de prestar servicios.

Este numerario es hermano de un hombre de 39 años que fue asesinado en octubre del año pasado en La Matanza, en el marco de un operativo realizado por personal de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) de la Policía bonaerense por supuesto narcotráfico.

Tras el disparo a quemarropa al chofer, el oficial dio la voz de alto y se tiroteó con los asaltantes cuando bajaron del colectivo para escapar en un auto de apoyo en el que iba un tercer cómplice.

A raíz del disparo, el colectivero murió en el lugar, por lo que tanto el fiscal de Homicidios de turno en La Matanza, como los peritos policiales convocados, acudieron a la escena para llevar adelante las primeras diligencias y esclarecer las circunstancias del hecho.

El único detenido, de 19 años, fue capturado cuando se trasladaba en un auto rojo y fue reconocido por un testigo.

La esposa de Barrientos dijo que su marido para ella “lo era todo, me arrancaron la mitad de la vida. Me sacaron las ganas de vivir. Él quería jubilarse y solo esperaba la respuesta de la ANSes”. Teníamos el proyecto de irnos de Buenos Aires. Está muy complicado todo. No pudimos”.

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