La Plata

En una ejemplar condena, le dieron 38 años al “sátiro del can can”

El hombre ya había estado detenido por otros trece abusos. Atacó a sus víctimas entre 2007 y 2009

En un hecho ejemplar, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 4 condenó a Domingo Corillano (62) a la pena de 38 años de prisión por haber violado y golpeado a seis mujeres, entre 2007 y 2009, en distintos barrios de nuestra ciudad. 

Según el voto del juez Emir Caputo Tártara, al que adhirieron sus colegas Germán Alegre y Juan Carlos Bruni, hay pruebas suficientes contra el imputado, no solo por los testimonios de los damnificados, sino también por las pericias realizadas por expertos en delitos sexuales. Además, fue contundente el re­sultado positivo de la comparación entre el ADN del depravado y el hallado en las jóvenes. Asimismo, detectives de la DDI incautaron en el taller del acusado una gran cantidad de medias tipo can can y distintas pastillas. 

El juez explicó que el modus operandi de Corillano era atacar a sus víctimas durante la noche, cuando las jóvenes iban caminando solas en sitios prácticamente sin transeúntes. El hombre las abordaba “por detrás, tomándolas del cuello y permaneciendo relativamente detrás, para no ser visto, tras lo cual las amenazaba de muerte con un arma blanca o de fuego, si desobedecían sus órdenes”. Además, el sujeto cubría su rostro con un gorro o medias, aunque la mayoría de las mujeres lograron verle la cara. 

Después de tomar a sus víctimas, las llevaba “a un sitio oscuro y aislado”, donde las ultrajaba y las golpeaba de varias formas. Luego, las hacía darse vuelta mientras él se daba a la fuga. Una de las últimas perjudicadas fue corriendo hasta la casa de su novio, a quien le contó sobre la violación. El joven salió y vio un Ford Falcon cuya patente memorizó y lo notificó a la Policía. Este dato les permitió a los investigadores dar con el imputado. 

Con respecto a la condena de 50 años de prisión pedida por el fiscal Martín Schiorazzi, el magistrado consideró que no todas las víctimas pudieron ver que el imputado llevaba arma de fuego, por la aterradora circunstancia en la que se encontraban. Corillano ya había estado preso 18 años por haber violado a 13 mujeres.

Además, Caputo Tártara mandó a sancionar a un psicólogo que atendió a una de las víctimas, ya que intentó tener una relación sentimental con la joven aprovechando su situación de vulnerabilidad. 

Por su parte, el juez notificó al Colegio de Abogados que el letrado que representaba al imputado pidió que se cambiara la fecha de juicio y, una vez logrado esto, avisó un día antes del inicio del debate que renunciaba al patrocinio.

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