Encontraron a la enfermera desaparecida muerta con una jeringa en el brazo
Fue hallada dentro de su casa, las sospechas caen en su marido.
Elizabeth di Legge sufrió el peor de los finales, aunque su esposo había denunciado su desaparición al nunca haber llegado a su trabajo en el Hospital Churruca, ahora todo apuntaría a un femicidio.
La enfermera de 47 años se tendría que haber dirigido el 29 de julio al Hospital Churruca, donde también trabaja su esposo, Silvio Espíndola, como enfermero. Cerca de las 10 de la mañana fue su última conexión a WhatsApp, misma hora a la que Espíndola asegura que ella salió hacia su trabajo.
Di Legge no llegó al hospital y su pareja realizó una denuncia por desaparición. Ese mismo hombre habló frente a cámaras de televisión: “Yo soy enfermero también. Ese día entré a trabajar más temprano y ella salió de casa más tarde. Todo indica que salió a trabajar normalmente. Ella viaja en tren, yo no tengo certezas de que se haya subido al tren, por eso pido con tanta desesperación las cámaras de seguridad, porque si ella se tomó el tren se la puede ubicar. No hay muchas opciones de desplazamiento entre mi casa y la estación”.
Debido a lo declarado por Espíndola, las cámaras de seguridad de los alrededores de la estación de trenes de González Catán fueron analizadas, pero hoy el fiscal de la causa ordenó el allanamiento de la vivienda de di Legge. Allí la encontraron, muerta, dentro de un galpón, con una jeringa en su brazo y una sonda colocada.
No detuvieron a su pareja, él quedó demorado, pero todo apunta a un femicidio.