Investigan si el vacunador trucho rellenaba los frascos con agua

No había faltante alguno en las cinco unidades de atención ubicadas en Berisso, y el implicado habría admitido ante la Policía que no vendía “la vacuna original”. Allanaron su casa.

Mientras continúa el escándalo por el hombre detenido en Berisso acusado de vender a $5.000 vacunas contra la Covid-19, ahora la Justicia platense analiza si los frascos que tenía cuando fue capturado contenían dentro la droga o, en realidad, habían sido rellenados con algún líquido inocuo, como por ejemplo agua.

La duda se originó cuando el implicado, un becario de un vacunatorio de la vecina ciudad, le dijo a uno de los policías que lo aprehendieron: “Esos frasquitos no son la vacuna original”. Ahora, se aguarda por el resultado de las pericias, donde se determinará si, como se sospecha, lo que en realidad ofrecía era un placebo.

En un audio que ya forma parte del expediente, el hombre (identificado por las siglas L. J. A., de 48 años) aseguró: “Te voy a decir la verdad, no quiero que me agradezcas. No soy pendejo ni boludo. Sé que esto no se hace y es gratis, pero estamos en un conflicto que no nos pagan hace cuatro meses”.

Todo comenzó el pasado miércoles, cuando un vecino aseveró que le habían ofrecido una dosis por mensaje de texto y de inmediato se le dio aviso a la DDI. Con las pruebas recabadas, una mujer policía se hizo pasar como una presunta compradora y coordinó un encuentro en el Parque Cívico, ubicado en el centro de Berisso, aprovechando la cantidad de cámaras que hay allí. Se reunieron el viernes a las 16, luego de que él llegara a bordo de un taxi y se sentaron al pie de un monumento. Segundos después, el hombre estaba esposado.

En su poder tenía una bolsa con cinco vacunas Sinopharm, 12 ampollas de la misma dosis pero vacías, jeringas y un paño refrigerante, además de dinero y un celular, en el cual se determinará cuántas transacciones realizó, desde cuándo y quiénes fueron los compradores.

En tanto, ayer allanaron su casa de 171 entre 95 y 96, de donde se secuestró un chaleco de campaña de vacunación, una notebook y un certificado de vacunación del implicado.

¿Un cómplice?

Quedó imputado por “hurto agravado y tentativa de estafa”, y en otros audios, previos a la cita donde cayó preso, alegaba tener “disponibles cuatro dosis en la heladera” hasta el miércoles de esta semana, “que entran más”.

Analizan también si actuaba con un cómplice que se hacía llamar “Roly Chávez” y que pactaba los encuentros, para después derivárselos.

Las autoridades municipales y provinciales que realizaron “un relevamiento en las cinco unidades de atención instaladas en Berisso no detectaron faltantes”, por lo que se cree que el hombre robó los frascos de las aplicaciones realizadas en el centro de vacunación de 5 entre 164 y 165 para rellenarlos con suero o algún placebo.

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