Papelón: el gobierno llegó tarde y se suspendió audiencia con buitres

A pocos días de que el país entre en default, los representantes argentinos en Nueva York no llegaron a tiempo, y la reunión con el mediador del juez Griesa se pasó para hoy 

A menos de una semana para que se defina si Argentina entra en default, la irresponsabilidad e incompetencia del gobierno nacional llegó a su máxima expresión. O mejor dicho, no llegó, pues los representantes de la Casa Rosada no se presentaron a tiempo en la audiencia fijada por el mediador designado por Thomas Griesa para negociar con los fondos buitre. Por tal motivo, Daniel Pollack resolvió aplazar la cita para hoy. 

“El encuentro no podría realizarse y tendría que ser aplazado debido a que los argentinos dijeron que no podrían llegar a tiempo” a la ciudad de Nueva York, señaló Pollack a través de un correo electrónico, donde anticipó: “Hablaré con ambas partes sobre esto mañana (por hoy)”. El papelón recorrió ayer como noticia en los principales portales informativos de Estados Unidos, donde los especialistas no se explicaban la dilación argentina. 

Por la noche, la posición local quedó apenas más esclarecida con las declaraciones de Cristina Kirchner (ver página 3), en una escalada que mostró sus picos de tensión en los mercados. Las acciones de empresas nacionales y activos públicos de Argentina se vieron fuertemente afectadas no sólo después de que los representantes del país faltaran a la cita, sino también como consecuencia de las declaraciones que le procedieron por parte del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich (ver aparte)

Es preciso recordar que antes, el juez Griesa se negó a reponer el "stay" que podría dar más tiempo a la Argentina para dialogar con los holdouts y ordenó que las partes negocien "continuamente" hasta el 30 de julio para intentar alcanzar un acuerdo. Desde la Justicia de Estados Unidos alegan que la estrategia K persiste en la misma metodología: dilaciones para embarrar la cancha. Y ayer, con el faltazo, no hicieron más que dar letra a los holdouts y al mismísimo Griesa. 

En la audiencia previa entre las partes, un día antes, la defensa argentina había insistido en que no puede cumplir con la sentencia que ordena pagarles la totalidad de lo adeudado a los holdouts sin que eso implique un gran perjuicio para la Argentina por la cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers), que obliga al país a garantizar la misma oferta para todos sus acreedores. Si lo hiciera, debería endeudar a la Nación por más de veinte mil millones de dólares. 

Durante su exposición, el abogado que representa al gobierno nacional advirtió que si los funcionarios hicieran una mejor oferta antes de esa fecha estarían violando leyes nacionales. "Ya hubo funcionarios argentinos que han sido procesados por tomar acciones respecto a la reestructuración de deuda que no estaban completamente autorizadas por la ley del país", señaló, evidenciando una preocupación seria en los pasillos de la Casa Rosada. El drama de la cárcel, sin embargo, excede el conflicto con los buitres y acompaña a todo el fin del ciclo K. 

Mientras sigue corriendo el reloj, hoy habrá un nuevo encuentro entre el mediador, donde, pese a su importancia, no estará el ministro Axel Kicillof. Irán sus representantes, si es que no “llegan tarde”.

Capitanich: “La vida continúa” 

Ayer, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, intentó evitar el impacto económico de un posible default en el país, al señalar que Argentina “seguirá andando”. Sin inversiones ni financiamiento externo, agregó que un revés en la contienda judicial (y  política / financiera) en Estados Unidos no afectará, pues el país “ha coexistido con este problema”. 

"Los días sucesivos son cada vez más complejos, este mes ha sido arduo. Han existido 900 embargos, 133 aún permanecen, forman parte de una estrategia", admitió Capitanich, pese a lo cual agregó: “la Argentina sigue y seguirá andando, la vida continúa". 

Finalmente, el funcionario kirchnerista echó las culpas en la oposición y los medios de comunicación, una vez más, al decir que “existe manipulación permanente respecto a esta cuestión. ´Argentina ingresará en recesión´, ´Catástrofe superlativa´, dice la usina opositora y los grupos mediáticos concentrados. Los fondos buitre tienen enorme cantidad de dinero y compran voluntades en el Congreso de Estados Unidos, en el sistema político argentino, en todos lados”. Así es, para Capitanich, todos tienen la culpa, menos el gobierno nacional.

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