Cambaceres está “casado” con un solo amor…

El entrenador de Defensores de Cambaceres, Pablo Casado, reveló el objetivo que tiene para el equipo en la segunda mitad del 2023 y confesó que sueña con que el Rojo de Ensenada recupere el protagonismo que tuvo hace más de 20 años, cuando estuvo cerca de ascender a la B Nacional.

Decir Pablo Casado en la región es sinónimo de Cambaceres. Al delantero que saltó a la fama a finales de los 90, cuando el tercer equipo fuerte de la región era el Rojo de Ensenada, hoy le toca dirigir los destinos del club desde le banco de suplentes del equipo de Primera.

Con su habitual sonrisa modesta, pero con la misma voracidad que tenía cuando entraba al área para definir un partido, trasladada ahora al banco de suplentes; el técnico de Camba apunta a salir campeón en el segundo campeonato de la D y a que en el mediano plazo el club pueda recuperar aquel protagonismo que tuvo entre el 99 y el 2004, cuando estuvo cerca de ascender a la B Nacional.

“Me tocó hacer muchos goles con este club, que es mi segunda casa. Yo fui el goleador de un equipo que marcó una era y la verdad es que me dolía mucho en los últimos años ver cómo estaba en la D. Esta no es la categoría que caracterizó siempre a este club”, arrancó diciendo Casado, que el domingo va a dirigir al equipo en el estadio 12 de Octubre de Ensenada a las 15.30 ante Muñiz.

“El equipo venía de hacer grandes torneos con el Ruso Daponte y Palito Pereira. Se quedó ahí nomás de salir campeón y ascender. Ahora queremos ganar el segundo campeonato y clasificar a la Copa Argentina, que sería muy importante para el club”, expresó el entrenador, quien volvió a Camba hace algunos años, después de mucho tiempo a dirigir las divisiones inferiores.

Tal fue el desempeño de Casado en Defensores de Cambaceres que en dos ocasiones Estudiantes lo convocó para hacer pretemporadas y probarse en el club de 1 y 57. Primero lo hizo con el Profe Córdoba, en un equipo con el que llegó a compartir una pretemporada en Necochea. Y años más tarde también llegó a entrenador con el equipo de Néstor Craviotto.

“Yo pude vivir muchos años del fútbol por la carrera que hice en el ascenso. Jugué en Platense, pero ya a partir del 2009 entendí que tenía que alejarme”, expresó el actual entrenador del club.

A diferencia de cualquier otro delantero exitoso de Primera, Casado tuvo que trabajar en uno de los hipermercados de la región, y en la actualidad también cumple funciones en el Ministerio de Educación además de ser el entrenador del equipo de la D de la región.

“Volví al club hace algunos años para dirigir la octava división. Después me pidió el Ruso Daponte que le diera una mano en la primera. Y cuando pasó lo del Rusito, que era mi amigo, no me podía quedar”, relató Casado en relación al repentino fallecimiento de Daponte, que lo llevó a alejarse nuevamente de la institución.

“Los jugadores me pedían que me quedara pero yo no podía entrar ni al vestuario sin el Ruso que era mi amigo”, expresó.

Después llegó el proceso de Alvaro Pereira como entrenador, y por otras circunstancias también terminó de forma repentina.

“La segunda vez que me vinieron a buscar, ya habiendo pasado un tiempo, decidí hacerme cargo del equipo con muchos jugadores a los que conocía. Ahora apuntamos a que el año que viene, cuando se una la D y la C, Cambaceres pueda volver a tener el equipo que tuvo en su momento y pelear, por lo menos, para ascender a la B Metropolitana”, concluyó en contacto con este diario.

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