Escándalo en la final del Mundial de talla baja

Argentina vencía por 3 a 1 a Paraguay en el microestadio de Argentinos, pero al finalizar el primer tiempo los Albirrojos se retiraron del partido.

En la jornada de ayer, todo lo que parecía ser una fiesta se transformó en un escándalo en el marco de la final del Mundial de talla baja entre Argentina y Paraguay, celebrada en el microestadio de Argentinos Juniors.

Cuando el encuentro estaba 3-1, el seleccionado visitante decidió retirarse del ­partido, abandonar el terreno de juego, enojado con el clima hostil que se vivía y los fallos arbitrales.

El caos se desató después del tercer gol de la Argentina, que devino de una infracción producto de una supuesta mano. Las quejas del entrenador paraguayo hicieron que los jueces lo echaran y este se reubicó en una de las gradas. Para ese entonces, el estadio era un hervidero y dentro del campo de juego ambos equipos habían llegado al límite de infracciones, pese a que aún faltaban cuatro minutos para el final del primer tiempo.

Obviamente, desde la organización se buscó en todo momento que se continuara la final e incluso desde la voz del estadio informaron que así iba a ser, a la vez que rogaban por la paz. Sin embargo, 20 minutos después de que se desatara el conflicto, la delegación de Paraguay regresó a la cancha solamente para despedirse de sus fans y con gestos indicaron que no seguirían jugando.

La coordinadora del Mundial, Silvia Rojas, declaró: “Intentamos por todos los medios, se ofrecieron a cambiar el arbitraje o hasta volver a comenzar el partido desde cero pero no quisieron. No podemos darle la copa porque no sería justo”.

“Tengo una vergüenza enorme, pido perdón a la audiencia, a la gente que confió en nosotros, hicimos lo mejor”, agregó.

Ahora se aguarda por saber si la Argentina, que ganaba 3-1, será declarada como campeona del Mundial. Es que la delegación de Paraguay se retiró del recinto, pese a que se le ofreció reiniciar el partido con el marcador 0-0 y con otros réferis.

En cuanto a lo deportivo, la Celeste y Blanca se repuso a la desventaja inicial de Pedro Ruiz al minuto de juego para revertir el resultado con autoridad. La Albirroja se excedió en las infracciones y la reglamentación le jugó una mala pasada al ser penalizado con tiros desde 9 metros para el local, después de alcanzar la sexta falta acumulada. A los 11, Catriel Bracesco igualó el trámite y dos infracciones en tres minutos de reloj volvieron a cederle las celebraciones a Bracesco para estampar el 3-1 parcial.

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