Verón se juega una parada brava en Estudiantes
La Brujita propone un futuro distinto en el club albirrojo. Consigue los millones, pero atención a que esto no perjudique a la institución. Que ni roce una Sociedad Anónima y que siempre el que decida sea el socio y la socia del Pincha.
Por Daniel “Profe” Córdoba
Si hay alguien contestatario que ha perdido muchísimo dinero por ir en contra del que dictaba las normas, soy yo, quien escribe está nota. Si sabía o sospechaba que algún jugador, integrante del cuerpo técnico, integrante de Subcomisión de Fútbol, de Comisión Directiva, presidente o periodista me querían perjudicar profesional y/o personalmente, iba de frente a buscarlo y le preguntaba cuál era el problema. Si había algo que era modificable, o no, sobre el equipo, escuchaba y decidía. Nunca acepté la imposición de nada ni de nadie. Venga de donde sea. Y si ustedes me preguntan si hoy haría lo mismo, digo no. Sería más político y cambiaría la agresividad por los puntos posibles de confluencia entre ambas posturas.
Hoy, mi apreciado Juan Sebastián Verón se está jugando una parada brava. Y eso es recontra bancable hasta que se pueda llegar a perjudicar a la institución que preside. Primero está la institución y sus socios, luego vienen todos los demás.
Si la Brujita ha conseguido millonadas de dólares para beneficiar al Club Estudiantes de La Plata en todos los aspectos que hacen a una institución, y ni roce el fútbol profesional, me parece positivo. Y si los socios son, sana y rápidamente informados, mejor porque es ineludible que así se haga. Ellos son los dueños del club. Tiene que ser debidamente notificados sobre la propuesta del magnate americano. Cuánto pone, cuánto se lleva y de qué manera se haría. Todo para ser votado en una Asamblea.
Ahora quiero ser claro en algo, pido que se ignore todo lo que se asemeje o tan siquiera pase cerca del item “Privatización del fútbol profesional”. Nos guste o no, la Casa Madre del Futbol Argentino no apoya ni en lo más mínimo algo que se parezca a privatizar el fútbol de un club.
Por eso estimado todo poderoso presidente del club de 1 y 55, a no jugar con fuego. Hay experiencias en nuestro fútbol que indican que coquetear con aquella idea que no es bien vista por la casa rectora del fútbol argentino es como poner la cabeza en la boca del león.