Daniela Seggiaro reflexiona sobre el choque de culturas

Presentada en el último Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, la película filmada entre Chaco y Salta llega a los cines con una perspectiva indígena contemporánea.

Daniela Seggiaro vuelve al cine con Husek, una película que reflexiona sobre cómo la “politiquería” intenta arrasar con culturas ancestrales para salir victoriosa en las imágenes de las redes sociales. Está protagonizada por Verónica Gerez, Leonel Gutiérrez y Juan Rivero, entre otros. Diario Hoy habló con Seggiaro, para saber más detalles sobre la propuesta.

—Si bien has estado trabajando en algunos otros proyectos como guionista, por ejemplo, ¿por qué demoraste tanto en volver a filmar una película propia?

—Es verdad, el tiempo pasa y el cine lleva tiempo. Después de Nosilatiaj seguí con mi formación y mis intereses, pero no busqué dirigir otra película de ficción hasta no ­sentirme verdaderamente convocada por un proyecto. Me sucedió con Husek, me entusiasmé muchísimo cuando empezó a aparecer la película; fue un proceso muy lindo encontrarnos con la historia y ­escribir el guión. Ahora pienso que no ­quisiera que pase mucho hasta una próxima película.

—¿Cómo surge la historia de Husek?

—En un viaje al monte escuchamos con Osvaldo Villagra la historia del fuerte con el que empieza la película, nos llamó mucho la atención ese lugar y esa historia. A partir de ahí empezamos a observar la cantidad de lugares abandonados y en ruinas que van quedando por el territorio, y empezamos a conversar mucho sobre el habitat de las comunidades, la convivencia con el monte, con el río. Osvaldo me contó sobre los lugares marcados, sobre las presencias que los habitan. Tiempo después, trabajaba en un proyecto documental sobre la lengua wichí y me di cuenta que en realidad estaba escribiendo una ficción, entonces cambié de proyecto y lo convoqué a Osvaldo nuevamente para retomar nuestras conversaciones y trabajar juntos en esa nueva película.

—¿Cuándo supiste que ibas a cruzar el cine de lo real con la ficción, una vez más, en la propuesta?

—Tenemos una forma de trabajar la ficción que inevitablemente siempre se cruza con la idea de “lo real”; quizás porque trabajamos en un tono realista y con motivos que pertenecen más al imaginario del cine documental que al de la ficción, incluso cuando incorporamos elementos sobrenaturales o desopilantes o exagerados. No sé si nos lo buscamos conscientemente o es algo que sucedió.

La verdad sobre la Dolce Vita

Se trata del relato, por parte de sus propios protagonistas, de cómo la película más recordada de la historia del cine casi no llega a concretarse. Giuseppe Perdersoli, nieto de Giuseppe Amato, recupera la historia y revalida la figura de su abuelo, un personaje clave para la época de oro del cine italiano del siglo pasado. Entre ficción, documentos históricos y la puesta en valor de la obra que le da origen, la película se potencia.

King's man: el origen

¿Dónde quedó la originalidad de Kingsman? ¿Dónde quedó el humor y la desfachatez que caracterizaba el relato? Matthew Vaughn se pone serio y pierde la frescura de la saga, enmarcando este nuevo relato, sin gracia, en un contexto histórico de principios del siglo XX. Entonces la guerra y la idea de progreso eran los motores de los seres humanos. La propuesta pierde la oportunidad de afianzar la saga.

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