De adolescentes famosos a adultos problemáticos

Tras un rápido ascenso a la fama, hacemos un repaso por esas jóvenes estrellas que descarrilaron

Ser joven, rico y famoso en Hollywood trae sus beneficios, pero muchas veces llegar al estrellato conlleva otro tipo de presiones y no es raro ver a las estrellas sumergidas en las drogas y en polémicos escándalos.

La joven estrella pop Justin Bieber es uno de los primeros en dar la nota: si no es por sus inconvenientes con la ley, Justin se mete en problemas por abrir la boca. Y casi que no hace falta enumerar la serie de actividades ilegales en las que el cantante se vio involucrado en los últimos años. Picadas, drogas, alcohol, excesos y hasta abandono de escenario. Ni hablar de que fue visto saliendo de varios prostíbulos y situaciones un tanto comprometidas.

Si bien todavía no alcanzó la mayoría de edad (cumplirá 21 al 1ro de marzo), el canadiense pasó por todas y sepultó a ese nenito tierno que alguna vez fue.

Por su parte. Zac Efron, quien de pequeño era la tierna y canchera figura de la superproducción High School  Musical junto a su compañera y novia Vanessa Hudgens, quienes se convirtieron en celebridades de la noche a la mañana. A pesar de que la imagen de la pareja nunca fue del todo limpia (cuando se filtraron fotos de ella desnuda, se lo señaló a él como el remitente), sorprendió a todos cuando Efron admitió haber pasado una temporada en un centro de  rehabilitación por alcoholismo y una adicción a la cocaína. 

Pero, el caso de Amanda Bynes es uno de los más llamativos. Como la protagonista de su propio show en Nickelodeon y varias comedias teen, Amanda tenía una presencia consistente en la televisión. Hasta que empezó a mostrar su lado oscuro en 2012, con una serie de arrestos por conducir bajo los efectos de sustancias y por posesión de marihuana. Además, su apariencia también cambió drásticamente con cirugías y cierta actividad virtual errante hasta que anunció su renuncia a la actuación. 

En 2013, después de ser encontrada provocando un incendio en la puerta de la casa de un extraño, Bynes fue hospitalizada en una institución mental y después liberada bajo custodia de sus padres. Ya medicada y con su vida en orden, la joven se lanzó a estudiar moda en una universidad estadounidense, pero a los pocos meses volvió con las recaídas y el 2014  lo pasó entre intermitentes lapsos de sobriedad e imágenes en donde la veíamos completamente fuera de sí.