El renacimiento actoral de Luisana Lopilato, de la mano de Francella

Los que aman, odian se convirtió en el primer trabajo de la intérprete luego de que su hijo Noah superara una grave enfermedad. En diálogo con este medio, los protagonistas hablaron de la nueva película de Alejandro Maci que hoy se estrena en todo el país

La espera fue larga para los actores que forman parte del elenco de Los que aman, odian, cuyo rodaje se frenó en seco cuando Luisana Lopilato, la protagonista, tuvo que suspender su participación en el filme por la salud de su hijo Noah, afectado por un cáncer de hígado. También habían sido varios años de paciencia para el director, Alejandro Maci, a quien le llevó muchísimo tiempo obtener los derechos del libro (que editaron Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo en 1946) en el que se basa el guión.

Con el material listo, tras un largo proceso de filmación y postproducción, el filme podrá disfrutarse a partir de hoy en todas las salas del país. El largometraje cuenta la historia del doctor Huberman, encarnado por Guillermo Francella, quien busca alejarse de un tormentoso amor. Sin embargo, sus planes se ven alterados cuando la mujer de sus pesadillas lo encuentra en el mismo hotel donde ha decidido refugiarse. 

Uno de los puntos que más llamó la atención  sobre este filme, fue el vínculo entre los protagonistas. Francella y Lopilato fueron padre e hija en la ficción Casados con hijos, por eso, generó mucho revuelo que en Los que aman, odian tuvieran un apasionado romance, que incluía jugadas escenas de sexo, aunque para el director, “los actores son actores”. En este sentido, explicó que la razón por la que repercutió tanto tiene que ver con la popularidad que alcanzó la comedia de la familia Argento.

Este medio asistió al evento de presentación del filme, que en su elenco también cuenta con la participación de Juan Minujín, y habló con los protagonistas de la historia ambientada en la década del 40.

—¿Cómo nació el proyecto?

Alejandro Maci:—Primero que nada surgió el texto, es una novela que conocí hace mucho tiempo, y la verdad es que tenía muchas ganas de hacerla. En ese momento, por circunstancias accesorias, el texto no estaba disponible, así que tuve que esperar muchos años para poder idear este proyecto. Cuando llegó el momento de hacerlo posible, reservé los derechos. Nos llevó varios meses poder tenerlo porque era un texto muy difícil de adaptar.

—¿Qué expectativas les genera el estreno?

Luisana Lopilato:—Finalmente llegó este momento, estoy con mucha expectativa y tenía ganas de compartirlo junto a mi familia, mis amigos y mis compañeros de la película. Considero que es una producción que va a tener su lugar, que a la gente le va a gustar, la va a elegir.

Juan Minujín:—Genera muchas expectativas. Quiero ver qué pasa en la sala. Estoy muy contento y siempre llegar al día del estreno es un suceso muy lindo. Hasta que llega, tenés la cabeza puesta en cómo será recibida por el público. Así que este día es un momento muy particular.

Guillermo Francella:—Las mejores, porque estas instancias son únicas, intransferibles e irrepetibles. Tenemos la misma ansiedad que seguramente ya tiene el público. Sobre todo teniendo en cuenta todas las circunstancias que pasaron durante el rodaje de esta película. Tenemos una felicidad enorme, no solo porque terminamos el proyecto sino porque además el estado de salud de Noah mejoró.

—El rodaje debió suspenderse por la salud de Noah, ¿cómo vivieron ese momento?

AM:—En un principio estábamos angustiadísimos por la situación personal. Nos quedamos congelados cuando nos enteramos. Por eso, ahora estamos felices por partida doble, primero porque la salud de Noah está divinamente bien, en óptimas condiciones, y segundo porque estamos estrenando el filme. Podemos relajarnos y disfrutar.

—¿Por qué elegiste esta dupla protagónica?

AM:—Junto a Luisana trabajé en varias producciones y tenía muchas ganas que ella fuera la protagonista de esta película. Por otra parte, el rol principal del médico homeópata maduro era ideal para Guillermo, aunque lo veía complicado por sus obligaciones. Por suerte, todos pudimos coincidir.

—¿Qué los llevó a aceptar el guión?

GF:—Es una película distinta. Es una historia de época y un relato que está hecho de forma diferente. El universo que se logró es maravilloso e impresionante. Además hay que tener en cuenta detalles como la música, el refinamiento de las palabras en el texto y los modales de protocolo, hubo un montón de elementos que hicieron un todo en este hermoso trabajo.

LL:—Pasó que la historia de este libro me atrapó de sobremanera, es excelente, no tiene desperdicio. Es un viaje a los años 40. No solo por la historia que, por supuesto, tiene un muy buen libro, sino también por el arte, el vestuario, el peinado, los maquillajes, tiene una estética perfecta. Creo que a las mujeres les va a gustar mucho. Este filme describe al Buenos Aires de ese momento.

JM:—Además de trabajar en el lenguaje, los gestos y el vestuario, tuvimos que analizar el concepto que tenían los hombres de los años 40 sobre la mujer, el comportamiento, qué significaba el éxito, las ideas. Quería tener bien en claro eso para poder hacer mi personaje. En la mitad del thriller ocurre un asesinato y este hombre, al que intepreto, será uno de los sospechosos.

Pasiones peligrosas

Guillermo Francella y Luisana Lopilato se reencuentran en Los que aman, odian una producción de suspenso. 

En una playa solitaria, se alza un antiguo hotel perdido en el tiempo. El médico homeópata, Enrique Huberman (Francella), viaja huyendo de un amor. Por una casualidad del destino, en ese sitio lejano se encuentra con la mujer que quiere olvidar (Lopilato). Una joven hermosa como un demonio que manipula a los hombres y provoca pasiones peligrosas. En medio de una terrible tormenta que los aísla del mundo, la historia vuelve a repetirse. Pero en esta ocasión, el odio de los que habían amado demasiado despierta lo peor de cada uno. Además, la nueva producción de Alejandro Maci cuenta con las participaciones de Juan Minujín y Marilú Marini.

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