ENTREVISTA EXCLUSIVA
Elio: “Gracias a Montana soy popular”
Reconocido por su estilo cowboy, el exvocalista de la banda tropical recordó el camino recorrido. “Tuvimos la suerte de dejar una marca”, admitió el músico
En 1994, Elio Maximiliano Sueldo trabajaba como remisero y soñaba con ser cantante. Un día común y corriente, terminó su jornada laboral y se presentó en un casting cuya búsqueda estaba centrada en nuevos talentos. Gracias a su carisma, resultó electo para liderar Montana, una banda tropical destacada por sus ritmos pegadizos y sus atractivos vestuarios. El resto de la formación se terminó de completar con Gabriel Barrera, Pablo Toledo, Jorge Contreras, Leonardo Castillo y Walter Castro.
Al año siguiente, el grupo grabó un disco cuyo hit de difusión, Cartas de amor, le dio la popularidad necesaria para emprender giras nacionales y llenar los teatros de todo el país.
Con el paso del tiempo y tras el éxito obtenido, los músicos disolvieron la banda y cada uno siguió su camino. Por ejemplo, Elio fundó su propia empresa de transportes e inició su carrera como solista. Ahora, realiza espectáculos en discotecas y eventos privados donde recuerda las canciones inolvidables de Montana.
Durante una charla con este medio, el intérprete habló de su trayectoria musical. Además, brindó detalles del show que dará junto a otros colegas, mañana a las 23, en 49 entre 6 y 7.
—¿Qué balance hacés del salto a la fama?
—Hubo cosas lindas como la experiencia, las oportunidades que tuvimos, los viajes por la Argentina y los países limítrofes. También darme cuenta de que el amor de la gente es mucho más incondicional de lo que uno se imagina. En cuanto a lo negativo, uno aprende mucho porque en definitiva te das cuenta de que no todo lo que brilla es oro. Nunca me consideré famoso, pero gracias a Montana soy popular.
—En los 90 surgieron muchas bandas de jóvenes pelilargos, ¿ustedes en qué se diferenciaban?
—Montana era una agrupación comercial totalmente dedicada al público femenino. Tenía un estilo mexicano con una similitud a lo que fue la agrupación Bronco. Ahora soy solista y el público es más diverso. De igual forma, no puedo decir que volví a los escenarios porque es el lugar de donde nunca me fui.
—¿Cómo siguió tu vida tras la separación de Montana?
—Fue muy loco, porque verdaderamente amaba lo que hacía. La banda se separó por decisión de todos los integrantes. Fue un momento duro pero debo darle gracias a Dios por todo lo que me permitió vivir. A esta altura de la vida, con 25 años de trayectoria, me hubiera encantado seguir siendo el cantante de Montana. Tuve la dicha de ser integrante de una banda legendaria, añeja y luego me lancé como solista.
—La cumbia romántica sigue vigente, en cambio otros ritmos perduran solo una temporada, ¿qué opinás al respecto?
—Tuvimos la suerte de haber dejado una marca. La gente no perdió la memoria, siempre soy muy bien recibido, tratado y considerado. Me siento una persona mimada.
