Entrevista exclusiva
Guillermo Francella: “Había que hacer verosímil todo”
El talentoso intérprete vuelve al cine en una propuesta que se verá exclusivamente en una de las plataformas audiovisuales y marca su reencuentro con Carnevale.
Granizo es la nueva película de Netflix protagonizada por Guillermo Francella, dirigida por Marcos Carnevale y con guion de Nicolás Giacobone y Fernando Balmayor. Ya está disponible en la plataforma, dentro de los objetivos de la empresa, además, de posicionar proyectos con acento argentino. En la propuesta, el talentoso y querido actor encarna a Miguel Flores, un meteorólogo que se convierte en el enemigo público número uno tras fallar con un pronóstico. Desde ese momento, su vida y su idea del éxito cambiarán drásticamente. En exclusiva, diario Hoy dialogó con Francella, para saber detalles de una propuesta potente que se verá online.
—Al encarar esta producción, sabiendo que directamente va a ir a plataforma, ¿se hace algo distinto o se trabaja de la misma manera?
—No, fui asistido por la gente de la plataforma, los productores ejecutivos, por el vínculo con el director. Se trabajó del mismo modo, con el proceso de preproducción, rodaje, el proceso de posproducción, ensayos antes de empezar a rodar no hubo nada. Después, que no haya ido a cine, es como un original de Netflix para la plataforma, en otros casos hay veces que van cuatro o cinco semanas a plataformas, pero no en este caso.
—La pregunta no es para desmerecer que la película va a plataformas, sino que en conjunto han realizado películas, como Corazón de León, fenómeno de taquilla, y uno se pregunta por qué esta no iría también a salas, uno piensa esto...
—Se dio así, e incluso con el advenimiento de las plataformas se genera una fuente de trabajo inusual. Los directores quieren armar sus equipos de trabajo y no hay directores de arte, maquilladoras, vestuaristas, no hay cámaras, no hay jefe de fotografía, porque hay mucho trabajo y eso también te incentiva. Genera mucho atractivo y además sabemos que llegaron para quedarse, me parece fantástico. Lo que pasó en pandemia, cuando me preguntaban cómo lo pasé dije que explorando el entretenimiento como nunca lo había hecho, sintiendo que nuestra profesión era esencial; y esto tiene que ver con las plataformas y todo lo que vino.
—¿Fue complicada toda la parte de catástrofe para el proyecto?
—Había que hacer verosímil todo, porque si no, no se podía realizar, y quedamos muy orgullosos de que se pueda hacer en Argentina; hay gente muy talentosa para llevar adelante los efectos especiales y lo pude comprobar ahora, realmente. Fue difícil, complejo filmar. Teníamos que imaginarnos muchas cosas: la lluvia, el granizo, el espacio por dónde caminar porque por ahí iba la tormenta; la persona de VFX y Marcos me indicaban todo, pero no era sencillo, sí en la parte de los vínculos, pero no fue fácil.
—Es la primera vez que vemos que el Obelisco o la Flor de Lis se destruyen, porque siempre vemos cómo se cae la Estatua de la Libertad...
– Estamos hartos de ver el Capitolio o la Estatua de la Libertad, y ahora son elementos muy identificables de Argentina, amados por nosotros, y claro que es duro y feo.
—¿Cómo fue encarar la reflexión crítica que tiene sobre la industria del entretenimiento?
—Eso es la virtud del guion. Cuando Giacobone me lo dio para llevárselo a Marcos, sentí que ahí estaba la potencia de la película; había muchas cosas, y no tiene que ver solo con el entretenimiento, tiene que ver con esta cosa nefasta de cancelar, de convertir en un demonio a una persona por haberse equivocado, una frase desafortunada, una frase políticamente incorrecta. En este caso hubo un costo económico, ha perjudicado, bueno, se equivocó en un diagnóstico, era amado y es denostado, se convierte en un meme de la noche a la mañana, es algo muy cruel. Entonces nos gustó tocar este tema, como el éxito.
Su propia hija le manifiesta: “No te creas que la gente te quiere, porque la gente no te quiere”, esa cosa de confusión, del exitoso que cree que es amado. Sí es amado, pero en un segundo pasa este momento. De modo que hay muchas cosas que me parecieron muy interesantes en la película: el vínculo con su hija, lo abandónico que fue con ella, por el éxito en sí, cómo tuvo que volver. La hija, viva, adulta, le dice: “Te viniste a esconder a esta casa”, y él le dice que no, y cómo se reinicia aquel vínculo medio perdido con ella. Me parece que tiene un arco, que para mí, explorarlo desde lo interpretativo fue maravilloso, me gustó mucho. Y encima debutar con este cine catástrofe, paralelamente a todo este universo, me pareció un combo ideal, protegido por un gran guion, protegido por una buena dirección, una buena producción, con locaciones interesantes, estar en Córdoba... Bueno, hubo un sinfín de cosas de las que hoy, con la película plasmada y habiéndosela mostrado a varias personas, con la respuesta unánime que estamos recibiendo, estamos muy orgullosos.
—¿Con qué te gustaría que la gente se conecte del relato de Granizo y la propuesta?
—Yo estoy con mucha ilusión, esa es la palabra. La gente de Netflix, que está acostumbrada, me habla que hay mucha expectativa inicial desbordante y eso también me moviliza mucho. Estoy esperanzado de que aquel objetivo por el que filmé la película, que provoque esto que está empezando a provocar, sea masivo. Siento que puede serlo. Estoy sintiendo eso y estoy muy feliz.
Marcos Carnevale y Guillermo Francella, una dupla exitosa
Además de amigos, este proyecto vuelve a reunir a Guillermo Francella con Marcos Carnevale, artífice del éxito Corazón de León, que supo luego tener varias versiones en todo el mundo. “Con Marcos somos hiperexigentes. Es nuestra segunda película, somos amigos en la vida, hablamos tanto de esta profesión, de cada instante, somos milimétricos, muy hinchas los dos. Nos protegimos mucho y sentíamos que estábamos haciendo algo importante; sabiendo dónde había que poner el acento y qué podía provocar en la gente. Y cuando empezó a tomar vida propia y ver que eso, nuestro objetivo trazado se está cumpliendo, genera ilusión”, contó Francella sobre el vínculo y su relación.