Juana Repetto, en su papel de madre: “No hay mejor herramienta que la información”

Muchos quedaron sorprendidos cuando Juana Repetto, la hija de Reina Reech y Nicolás Repetto, decidió convertirse en madre soltera a través de la inseminación artificial. Hoy, un año y medio después del nacimiento de Toribio, la joven de 28 años sigue dando muestras de que ser madre para ella no fue un capricho. La actriz y su amiga Victoria Gils decidieron crear un blog en el cual comparten parte del conocimiento que fueron adquiriendo en estos meses para ayudar a las mujeres en el camino de la crianza.

“Sentimos la necesidad de contar cómo habían sido realmente esos primeros meses de ser madres, con la verdad y sin pelos en la lengua”, reveló Repetto, quien conoció a su colega haciendo gimnasia para embarazadas. Según explican en su blog Mammaminas, sus caminos se cruzaron al enterarse de que ambas querían nombrar a sus hijos de la misma forma: Ramón. Pese a que Repetto cambió de opinión con respecto al nombre, ambas siguieron intercambiando sus experiencias hasta que decidieron inaugurar el sitio web.

“No hay mejor herramienta que la información”, aseguró Juana, que, acompañada por Victoria, dialogó con diario Hoy acerca del blog que encabezan. Entre varios temas, detallaron cuáles son las actividades que organizan y revelaron las principales consultas de las mujeres que las siguen.

—Durante el día, ¿cuánto tiempo le dedican al blog?

Juana Repetto:—La verdad es que bastante. Al ser un trabajo distinto, nos manejamos nosotras muy bien los horarios. Quizás hay días que estamos seis horas seguidas en reuniones, en nuestra oficina, en la máquina, y otros en los que nos organizamos para tenerlos libres y hacer programas con nuestros gordos.

—¿Qué es lo que más preguntan los seguidores?

JR:—Nos preguntan bastante cómo hacer para bajar de peso en el posparto. Ambas subimos muchos kilos y los bajamos bastante rápido. También tenemos muchas consultas típicas de lactancia, alimentación complementaria y el método BLW (alimentación autorregulada por los bebés, libre de papillas) que ambas elegimos para nuestros hijos cuando llegó la hora de empezar a darles comida.

—¿Cuál fue el posteo que más repercusión tuvo?

JR:—En general, tenemos muy buena repercusión en todas las publicaciones en las que compartimos experiencias personales, porque las mamás se identifican un montón. En el último tiempo, te diría que el que más pegó fue uno en el que hablo de por qué los bebes mientras toman la teta “sintonizan” el otro pezón. 

—Como mamás, ¿alguna vez dijeron que no harían alguna cosa y con la llegada de los bebés no se cumplió?

Victoria Gils:—Sí, miles. La verdad es que antes de ser madre uno se imagina las cosas de una manera y, cuando llega tu bebé, todo cambia. Surgen necesidades que nunca pensaste y ahí es cuando todos los planes se desvanecen. Creo que les pasa a todas. Al principio del embarazo juraba que no iba a hacer colecho y le compre un moisés a Ramón. Cuando nació, todo cambió. Lo vi tan chiquito, yo tenía tanto sueño, que juntos y bien pegados es como mejor dormíamos. Así que ahí desaparecieron mis planes del moisés. 

JR:—La verdad es que pensé que iba a ser megaposesiva y que me costaría largarlo. Si bien pasamos la mayor parte del tiempo juntos, trato de dejarlo lo justo y necesario. Soy bastante relajada. Lo que no pensé es que me pondría tan mal cuando se enferma, que por suerte es poco y nada.

—¿Cuál sería el consejo más importante para las primerizas?

JR:—No hay mejor herramienta que la información. Lean sobre el embarazo, el parto, la lactancia, el sueño del bebé. La información es poder. Cuando una está informada, todo se vuelve más fácil y menos “desconocido”, por decirlo de alguna manera. 

—¿Tienen alguna obsesión con respecto a los niños?

VG:—Soy bastante estricta con la comida de Ramón. Trato de darle lo más saludable posible. Si bien algunas veces me relajo, soy un poquito obsesiva, me muero si alguien le da Coca-Cola. Igual, en comparación a Juana, soy relajadísima (risas).

JR:—Yo no me siento tan estricta. Admito que en casa, salvo que haya alguna situación especial, trato de que el gordo no consuma alimentos industrializados, pero fuera de casa si le convidan una galletita o lo que fuese, está todo bien. Con lo que me puse más firme fue con su desa­rrollo motriz. No permito que haya intervención alguna en su movimiento. 

—¿Cómo son recibidos los talleres que brindan?

JR:—Por suerte, las familias se enganchan, siempre agotamos cupos e incluso hemos tenido que hacer dos en un mismo día. Es importante aclarar que no somos nosotras las que los dictamos sino profesionales en cada área.