entrevista

Teresa Costantini y Alejandro Maci recuperan los diarios de Adán y Eva

Habiendo debutado el verano pasado en Uruguay, la dupla de realizadores y productores se animan a una nueva versión del clásico de todos los tiempos.

Teresa Costantini y Alejandro Maci se presentarán hoy a las 21 en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires con Diario de Eva (y Adán), que anteriormente hicieron China Zorrilla y Carlos Perciavalle, en la más recordada de sus versiones. Con ellos hablamos para saber más de esta presentación que puede, así parece, ser la primera de muchas presentaciones.

—¿Quién dirige a quién?

—Teresa Costantini: Yo a él y él a mí.

—Alejandro Maci: Y sí, porque en esta experiencia, y cómo la hicimos, surgió de a dos. Entonces, cuando produje el texto e interiorizándonos mientras yo lo producía, ella estaba en Estados Unidos, así que nos veíamos vía Zoom y hablábamos. Lo leíamos y ya leer es actuar, obviamente, sin la conducción, pero luego cuando nos encontramos en Uruguay para hacerlo lo empezamos a pasar y a acomodarnos. Nos conocemos hace más de 30 años, estudiamos juntos muchos años de actuación, lo cual no tiene que ver con este espectáculo, pero sí es cierto, por lo que hemos actuado juntos en ejercicios, en escenas y lograr eso. Y, no sé, después es puro acto de complicidad.

—TC: Sí, la amistad, la felicidad que me da a trabajar con Ale, porque nos reímos de principio a fin con todo y creo que tiene muchísimo que ver eso. Algunas veces hemos hablado de Woody Allen cuando convocaba a sus amigos para hacer las películas, que no hay nada como trabajar con gente con la que tenés un grado de complicidad, de intimidad, que bueno se hace fácil.

—Pero podrían haber elegido otro formato, filmarse, pero van al vivo…

—AM: Eso es solo culpa de Teresa (risas).

—TC: Eso es por el espacio en el que lo hicimos por primera vez, que me llamaron para hacer algo. Es un lugar superrústico, pero es divino, en medio del bosque con fogones armados y demás. Me invitaron a hacer algo, entonces como que hicimos una lectura y salió relindo. Al año siguiente me empezaron a dar vuelta con este proyecto, con los diarios de Adán y Eva, que lo habían hecho China Zorrilla y Carlos Perciavalle en Punta del Este, y alguna gente lo recordaba cuando vieron la lectura. Y le dije: hagámoslo ahí, son dos noches de Punta del Este, Ale está ahí, somos vecinos. Fue un piletazo, nos tiramos de cabeza con un músico que tengo amigo y salió divina.

—AM: Sí, hicimos dos funciones y fue increíble. Cuando me llaman, precisamente, un poco ya tenían toda la propuesta y es un lugar mágico, de una gran simpleza, una gran rusticidad, hacen una copa antes, un plato, el espectáculo de 45/50 minutos para 40 o 50 personas en ese bosque que es de cuento, se genera algo muy climático y muy lindo. Y leo el texto de vuelta y ahí me doy cuenta de que es un texto antiguo y machista del mundo, de 1901. En el 1800 escribió la primera parte y después se publica todo, y entonces a partir eso pensamos qué hacer, qué no hacer. Ahí empecé a escribir todo de vuelta e hicimos una versión siglo XXI, por eso le cambiamos el nombre a Diario de Eva (y Adán), en su exploración humorística de las relaciones entre hombres y mujeres, y hoy todo eso cambió muchísimo, 120 años.

—¿Por qué debutan en la feria del libro?

—TC: Porque hace mucho tiempo me convocaron para hacer un espectáculo con mujeres, que arrancó accidentado y después lo hicimos cuatro años. Entonces se me ocurrió que no era mala la idea de, ya que habíamos vuelto acá, a Argentina, y no sabíamos cómo seguir, yo tenía muchas ganas de continuar con el proyecto, probar y ver qué pasa.

—¿Y está la idea de continuar?

—AM: Sí, estamos proyectando hacia adelante. De, yo seguir sometiendo a Teresa (risas), pero además convocar parejas y hacer como sus variaciones. Porque la mecánica de trabajo que nos requiere, en un sentido con respecto a la memoria, hay otro aspecto que es cada cual de los dos personajes lee su versión y la mecánica de recambio actoral no es todo lo demandante que podría ser en un proceso de ensayos con texto. Además, fuera de nosotros, me parece que en un momento en el que más o menos los libros son tachados, presentarla en la feria del libro, nosotros y todos lo demás, incluso básicamente los autores, me parece que es muy importante.

—TC: Y además que los dos somos muy lectores, los dos. Y yo le tengo mucho cariño a la feria del libro porque hasta cuando hacía el programa de radio con Georgina Barbarossa, también lo hacíamos en la feria, siempre fui acompañando escritores a través de mi hija, Sole.

—Y cine, ¿para cuándo?

—AM: Estoy con el documental sobre China Zorrilla, eso está terminándose, en realidad. Yo calculo que de aquí a un mes entra en postproducción y ya se estrenará, en principio, en Uruguay, seguro. Además yo estoy preparando para cine dos proyectos, yo tengo hace un tiempo los derechos de un relato de Hanif Kureishi, Extraño es cuando nos encontramos, que seguramente haré en coproducción con España. Y después había un proyecto que yo tengo, que por el momento el título es Anatomía del odio, que tiene sus años, dos años. Que estuve por hacer con Netflix y ahora se paró un poco por toda la situación, con lo cual veré, pero la idea es hacerlo con Juan Minujín y Natalia Oreiro. También estamos con Teresa con algunas cosas.

—TC: Estoy con un documental sobre Mauricio Wainrot, que empezamos antes de la pandemia y también se enfermó, y saldrá en junio. Y tengo un proyecto de teatro, una novela que se llama Estado del malestar, de Nina Lykke, una autora Noruega, dos amigas que trajeron el proyecto, estamos produciendo juntas. Es una novela que la adaptó Sandra Franzen y bueno, estamos viendo cuándo y cómo empezar a trabajar con eso, la protagonista es Cecilia Dopazo, ahora está con Made in Lanús, así que vamos a ver cuándo se hace. Además tengo dos guiones que tengo que reescribir.

—AM: Son sobre algo muy poco contado.

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