entrevista

Graciela Stefani: “No estoy arriba del escenario para gustar, estoy para transmutar y transmitir”

La talentosa actriz regresa al teatro independiente mientras sigue siendo parte del fenómeno Margarita y espera el estreno de Homo Argentum junto a Guillermo Francella.

Al final las tragedias no mejoran a nadie, que se ve los sábados a las 20:30 horas en Timbre 4 (CABA) escrita y dirigida por Julieta Cayetina, cuenta con Graciela Stefani (Berta), Miriam Odorico (Luisa) y Dalma Maradona (Cecilia) como tres mujeres que se encuentran en una situación particular. Hablamos con Stefani sobre el proyecto y su presente en Margarita.

—¿Cómo te sentís con volver al teatro y poder estar en Timbre 4 con esta propuesta?

—La verdad que era algo que tenía muchísimas ganas de hacer, algún personaje que estuviera alejado por ahí de lo que estoy haciendo y que vengo haciendo, y a la vez hacer teatro independiente era algo que hacía mucho que no hacía, y cuando apareció la obra, Timbre 4, las actrices y todo ese mundo, y la autora y directora, ese combo fue como que explosivo para mí, dije sí, corriendo, me encanta y estoy feliz de estar haciendo esto con éxito porque nos va bárbaro.

—¿No hubo dudas?

—Ninguna, no, para nada. Me mandaron la obra, leí la obra, yo a Julieta no la conocía en ese momento como autora y la verdad me impactó lo que leí y fue Dalma quien me recomendó para este personaje. Yo con Dalma trabajé en Microteatro, hicimos una obra que se llama Ramona, la pasamos bárbaro y que también fue muy exitosa y muy linda de compartir y a ella se le ocurrió proponerme, así que se lo agradezco hasta el día de hoy porque bueno, está buenísimo la propuesta y después, está Miru que me encanta como actriz, Dalma también por supuesto, Timbre 4 también, todo sumó como para que no dudara ni un poquito.

—¿Cómo fue construir a Berta?

—Mira, yo soy una actriz y una persona lenta, soy lenta en el sentido de que yo me tomo mi tiempo para ir, para que me vayan bajando la información. Leí la obra, me imaginé algo y empecé a trabajar desde ese algo que imaginé y en el transcurso, en el transcurrir, en el correr de los ensayos, me fueron apareciendo todas las mujeres internas mías, hasta el último día, soñaba con acciones y situaciones que no era yo. Y es una mujer más que tengo dentro, uno es un montón de personas, uno es un montón de maneras, de formas, como si uno tuviera un montón de vidas adentro. Y bueno, y así de a poco la fui armando y construyendo y la sigo construyendo y siento que la voy a seguir construyendo y que obviamente esa construcción se me va reforzando con el vínculo y se me va, es como una especie de escultura, es como que de a poquito le voy poniendo los elementos que me van dando el encuentro con mis compañeras, el poder interactuar con ellas, ahí va creciendo también y apareciendo también más mujeres dentro mío. Y después se termina de completar con el público, es maravilloso. También pasan cosas donde uno, lo que yo siento es que no estoy arriba del escenario de hace rato, que no estoy para gustar, sino estoy para transmutar y para transmitir.

Noticias Relacionadas