La palabra de Thomas Markle
De forma reciente, la actriz Meghan Markle y el príncipe Harry recibieron a su segunda hija llamada Lilibeth Diana.
El ex-Sin Bandera lanza su octavo disco solista, un conjunto de canciones inéditas que reflexionan y profundizan sobre algunos aspectos de su vida en medio de la situación extraordinaria que impuso la pandemia.
16/06/2021 - 00:00hs
Con 45 RPM, el reconocido artista y compositor, Leonel García, regresa al universo musical con un álbum que demuestra su amplia paleta y dominio de sonidos creando una pieza única.
El álbum, que sorprende con ritmos como R&B, soul y pop, marca, además, la línea de trabajo de todo el disco, que, con 17 canciones, algunas acústicas, abre nuevos horizontes para el intérprete.
Diario Hoy dialogó con el artista para saber más detalles del proyecto, que tiene participaciones de artistas de la talla de Nicole Zignago, Jonáz, Pedro Capó, Dani Martín y Sabino, entre otros.
45 RPM además, sale justo a tiempo para que los seguidores del artista aprendan las nuevas canciones que estrenó en un show en vivo, presencial y que pudo verse en todo el mundo, gracias al streaming. Además, García anunció recientemente su próxima participación con Deezer a través de un podcast donde hablará sobre su trayectoria como compositor, un material imperdible para seguir disfrutando de la obra de este prolífico artista que no deja de marcar la ruta de la música en Latinoamérica.
Y para celebrar el lanzamiento, y como sencillo de presentación del disco, el artista participó de la pieza visual Para la eternidad, donde se transforma en un vampiro junto a Ximena Sariñana y Jonaz (de Plastilina Mosh), quienes lo acompañan con su voz en el track.
—¿Cómo fue para vos, como compositor y artista, estar inmerso en el paréntesis que nos impuso la pandemia a todos?
—No fue agradable, fue difícil, como padre, como pareja, fue interesante pasar más tiempo juntos, estar a diario por casi un año con mi hijo. Como artista, compositor, difícil, porque estás en un espacio en el que no estás solo, de hecho me tuve que ir para componer, a la playa, cinco días. Somos animales de costumbres, de viajes, de hoteles, así que hubo que encontrar las formas para componer, de trabajar a distancia, a como siempre estábamos acostumbrados.
—Y dentro de esto que venís relatando, ¿cómo seguís conectado con tus fans? ¿Se extraña al público?, ¿la adrenalina de los shows?
—Es muy fuerte porque la energía que te da el público te alimenta, es un subidón que estás acostumbrado a consumir, como el café, y de pronto te lo quitan y sufres la abstinencia, así que hubo que mover la energía hacia otro lugar para que la mente no jugara trucos sucios. Sabiendo además que todo el trabajo es para el momento del encuentro, para que cuando pase estén con muchas ganas de volvernos a ver. El show es un ritual muy energético y no te das cuenta qué tan importante es hasta que te lo quitan.
—Pero por suerte hiciste un show presencial, que además se pudo ver por streaming en todo el mundo, tenés recién lanzado el disco, y además con increíbles participaciones de muchos artistas…
—Es muy loco porque por un lado me emociona haber tenido un aforo limitado, pero ya es un público, y eso te hace sentir que estás con alguien, generando la magia del show en vivo, conectarse con ellos. Por eso esto fue importante para mí para generar el streaming, antes me había negado a hacerlo, pero acá había un público, y se transmite porque se da ese encuentro. Además, la gente pudo verlo en su casa sintiendo lo mismo que sentimos en el show. Aunque por ejemplo, aún en los Tiny Desk Sessions, que están tan de moda, tienen un público, aunque sean los técnicos. Extrañaba mucho el escenario y ya hay un horizonte más esperanzador, con posibles reaperturas, con aforo limitado, pero creo que hacia fin de año, aquí en México, estaremos en una situación más favorable.
—¿Qué significa para vos este disco en este momento de tu vida? Sé que tiene que ver con la edad, pero no con cambio de década por ejemplo…
—Fue de mucha reflexión, parar el vuelo que traíamos, 45, ya se ven los 50, lo grabé con 45, ahora tengo 46, analizas cuánto te queda de juventud, qué cosas aun tienes pendientes, porque no tuve crisis de los 40, pero sí de los 45, así que decidí producir el disco, asumiendo la responsabilidad de las decisiones, fue intensa, me encantó la experiencia, hay mucha emoción en el disco, como de primera vez, hay muchos elementos muy bonitos dentro del trabajo.
—Dentro del disco, que además tiene ritmos y melodías muy diferentes entre sí, ¿hay alguna canción que te representa más que otra?
—Hay varias por diferentes motivos, pero podría nombrarte, con respecto a la crisis, una canción que se llama Morir, que tiene una frase muy linda que es “si he vivido junto a ti, morir no está tan mal”. Hace una valoración sobre muchas cuestiones, imaginando que se ha vivido bien. A nivel lírico esa canción refleja muy bien el momento. Luego Normal, como una fiesta, con mucho funk, algo que no hago siempre, es una fiesta musical que tuvimos en el estudio, y a la vez es la más ligera, pero la que más disfrutamos grabando juntos con la banda que giramos por más de 20 años.
—En 45 RPM contás con grandes feats de artistas, compañeros de ruta, amigos, ¿cómo hiciste la selección de cada uno de tus acompañantes y la asignación de las canciones?
—Si lo pienso desde el principio es algo que me estresa mucho, pero lo que hice fue que fluya todo, pensando, por acá podría haber una chica, o allí un rapero, pero a mí me resulta mucho mejor eso de abrir la baraja, y no designar algo inamovible, algo más azaroso, fluyendo. Conocí a Sabino, primero como amigo y luego como músico, así apareció al invitación, a Nicole Zignano, la escuché en una plataforma de streaming, y alguien me dijo que conocía a su mánager, la cooperación con ellos fue real, no hay cuestiones políticas ni nada. El encuentro fue muy natural.
Con Ximena Sariñana y Jonáz, somos amigos, así que los llamé, Daniel me estás matando, que hacen bolero glam, con un sentido del humor y una onda muy cool, a ellos los quise convocar mientras estaba escribiendo, lo de Dani Martin y Pedro Capó, en De Rodillas, pensé en figuras que me podrían acompañar con esa canción con un mensaje que reflexiona sobre cómo desde el lado masculino no hicimos las cosas bien y cómo podríamos cambiarlas. Los dos se subieron y les gustó la oportunidad y la canción, aún sin estar en el género y tono que ellos están acostumbrados. Y así fue con todos los
invitados.