El imparable ascenso de un joven como líder de una banda criminal y la lucha por parte de su padre para rescatarlo de ese mundo es la premisa de esta producción, que reflexiona sobre la utilización de drogas y su abuso.
La nueva superproducción brasileña de Amazon Prime Video, Dom, está inspirada en la vida real de Pedro y Víctor, padre e hijo que protagonizaron uno de los casos más resonantes de la crónica policial brasileña y que son recordados hasta el día de hoy. La serie, creada por Breno Silveira, tiene ocho trepidantes episodios que ya están disponibles en la plataforma de streaming. Diario Hoy habló en exclusiva con Flavio Tolezani (Víctor) y Gabriel Leone (Pedro), sus protagonistas.
Dom cuenta cómo Víctor, un joven buzo que por azar se convierte en un agente de inteligencia militar, termina llevando adelante una guerra sin treguas contra las drogas. A lo largo de los años, enfrenta la desilusión de un combate sin fin y ve como su propio hijo, Pedro, sucumbe ante el enemigo contra el que ha luchado incansablemente: la cocaína. Poco a poco, Pedro termina transformándose en un adicto y también en uno de los criminales más buscados de Río de Janeiro.
—¿Cómo se sienten con este lanzamiento que, a diferencia de otros programas, proyectos, películas en los que estuvieron, se verá al mismo tiempo en todo el mundo?
—Flavio Tolezani: Esta es una nueva realidad, todavía es muy reciente. Yo vengo de un comienzo en el teatro, donde hablaba para 50 o 100 personas. Después pasé a la televisión regional, luego la televisión nacional; son distintos caminos. Y ahora está esta nueva realidad de los servicios de streaming, como Amazon Prime Video, y estar en un lanzamiento mundial, y no hay a donde ir. Es la nueva realidad, tenés que cambiar tu cabeza, no hay fronteras, y podés llevar tu trabajo al mismo tiempo en todo el mundo. Además de, claro, hablar de cómo lo hicimos y pensamos de él.
—Gabriel Leone: El streaming da acceso a otras culturas, al cine, al arte, a las series, de otros países; y esos otros países también tendrán acceso a lo nuestro. Si bien la serie es de Brasil, trabaja sobre temas universales como la relación entre un padre y su hijo y la dependencia química. Así que esto llega a cualquier audiencia de todo el mundo con una potencia de comunicación, es genial.
—Cuando es una historia inspirada en hechos reales, ¿se siente más presión al trabajar, al interpretar esos roles?
—GL: La historia está inspirada en hechos reales, y llegó a través de nuestro director y del padre de Pedro Dom. Fue pensada durante 10 años porque involucraba a personas que ya no están vivas, muchos nombres conocidos. Fue un caso muy conocido en Rio de Janeiro, principalmente el lado delictivo de Pedro; y la idea no era ocultarlo, ni que terminó de manera trágica su vida, sino hablar del lado humano. Por eso queríamos contar esta historia, para que se pudiera reflexionar sobre ella. Creemos que los hechos más absurdos de la serie son los más verdaderos. Creo que la presión estuvo para construir y desarrollar un guion profundo que conectara todo esto.
—FT: Además hay un testigo, uno de los participantes de la historia real que se involucró en este proyecto, nos contó de cerca todo para construir la historia mezclando ficción y realidad. El hecho de contar con el testimonio directo de uno de los involucrados liberó presión. El relato era muy rico, no había riesgo de contar otra cosa que no sea lo conocido.
—GL: Creo que la intención de hacer la historia, más allá de las semejanzas con la realidad, era contar la historia para impactar en la audiencia más allá de quién la interpretara.
—¿Cómo trabajaron entre ustedes para que la relación traspase la pantalla?
—FT: Es clave para el actor entrar en alianza con el otro, es fundamental, independientemente que la escena sea sobre afecto, pelea o discusión. La alianza se entabló a partir de la generosidad que Gabriel y el resto del equipo tuvieron, con un período de ensayos y preproducción para conectarnos. Por eso nos basamos en el amor y no sólo en la discusión, lo que pusimos en primer plano es el afecto que se tienen como padre e hijo.
-GL: Una frase, que incluso está en la serie, es que ellos son dos lados de una misma moneda, lados opuestos. Hasta los últimos días de Pedro, nunca dejaron de buscarse, y este padre de rescatarlo. Eso quisimos que se vea en la serie: padre e hijo nunca desistieron el uno del otro más allá de estar en lados opuestos.
—¿Qué fue lo que más les gustó de interpretar a Pedro y Víctor?
—GL: Para mí lo interesante fue la posibilidad de construir un personaje múltiple, conociendo su densidad por la dependencia química y la vida criminal; pero también conociendo sobre él por cómo se acercaron a nosotros el padre y otros que decían que lo extrañaban. Un hombre que cometió errores, pero con su carisma e identidad; creo que es un personaje moderno alejado de maniqueísmos y juicios.
—FT: Esa complejidad también se aplica a Víctor, una persona con una trayectoria con altos y bajos extremos con respeto a sus acciones. Un ciclo que no para. Y eso me animó mucho como actor para querer hacerlo.