Matías Mayer: “Uno antes de estrenar siempre está con la duda de cómo impactará en el público”

En un continuado de buenas actuaciones, el intérprete regresa a la serie en un rol que le exigirá encarnar a un mismo personaje en dos momentos diferentes.

Ya está disponible en Prime Video la nueva temporada de Iosi, el espía arrepentido, protagonizada por Gustavo Bassani Natalia Oreiro, Alejandro Awada, Mercedes Morán, Marco Antonio Caponi y elenco. Diario Hoy dialogó con Meyer para saber más sobre su trabajo y el proyecto.

Esta temporada de la serie aborda el atentado al edificio de la AMIA, el ataque terrorista más sanguinario en la historia de Argentina, que dejó a cientos de personas muertas o heridas. Mientras, encontramos a nuestro protagonista Iosi, todavía prófugo y decidido a hablar públicamente con la ayuda de una famosa periodista, cuando los servicios de inteligencia israelí le piden investigar el mayor secreto militar argentino: el misil Cóndor. 

Iosi, el espía arrepentido es una producción de Oficina Burman (The Mediapro Studio), un galardonado equipo liderado por el creador y showrunner de la serie, Daniel Burman (Cecilia, Pequeña Victoria). Él también comparte créditos como director con Sebastián Borensztein (La odisea de los giles, Un cuento chino), quien también es guionista principal, y con Martín Hodara (La señal).

—Contame un poco las impresiones de que finalmente se vea esta segunda temporada…

—Muy ansiosos, muy expectantes, sobre todo porque yo creo que con la primera temporada sabíamos que teníamos un producto de altísima calidad entre manos, pero uno antes de estrenar siempre está con la duda de cómo impactará esto en el público, en los espectadores, y viendo lo que fue la repercusión de la primera temporada. Y sabiendo como lo que se viene con la segunda digo, hay una ansiedad y una expectativa porque la vean, porque la puedan disfrutar y nada, la verdad que supercontentos.

—¿Cómo fue volver a conectarse con el personaje?

—Yo creo que, me parece, que ese tiempo entre medio también, que esa distancia a veces puede generar como vértigo, al principio, porque decís lo perdí, ya no me acuerdo por dónde era, pero enseguida, en cuanto empezás a ponerle el cuerpo, hay algo que vuelve, que se activa y hasta incluso con más detalle. Porque con esa perspectiva y ese tiempo en el medio hay algo que permite como ubicarse en el mapa, como más precisamente no sé, hay algo que se acomoda. Yo que soy bastante más obse, que me gusta tener todo controlado, me genera vértigo cuando me encuentro con eso, pero después misteriosamente es como que fluye de manera que el cuerpo se acuerda, no sé cómo.

—¿Cómo fue reencontrarte con, por ejemplo, Mercedes Morán, con quien hace tiempo hiciste Maracaibo?

—Para mí es un placer y un honor inmenso. Imaginate, no sé hace cuántos años, pero fue hace varios años. Yo tendría 25, pero ya actuar a su lado para mí era un honor.

Yo en general trato de apoyarme mucho en lo vincular. Bueno, ya venía de la temporada anterior con un camino un poco más armado, pero en esta temporada yo creo que fue más el apoyarme por sobre todo en el vínculo con Carla Quevedo y con el actor que hace de mi hijo, también. Un poco acudir a esa memoria de lo que fue la de la primera y tratar de encontrar cómo ese bache que sucedió entre las dos temporadas, del tiempo, entre su parte joven y su parte adulta.

Yo creo que algo que fue un desafío desde ya fue el hecho de que Víctor no forma tan parte de la trama, él se mantiene un poco ajeno, entonces es como encontrar el punto donde es receptor de todo lo que va pasando, pero mirándolo un poco desde afuera. En mi caso fue más eso. Conectarme más con el vínculo y tratar de mantenerme permeable a todo lo que fuera pasando con el resto de los personajes.

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