Nivel X, el programa sobre videojuegos que marcó a toda una generación

A casi 30 años de su debut, diario Hoy recuerda al exitoso ciclo que no solo tuvo seis exitosas temporadas, sino que también fue muy innovador para su época.

Hacia fines de los 90, cuando aún no existía internet -o al menos ni siquiera había llegado a la Argentina-, el mundo de la tecnología supo tener un programa dedicado enteramente a ello. A ello y a los videojuegos, a las consolas. Al mundo “gamer”, cuando ese universo ni siquiera existía. Hoy día, los gamers más famosos son millonarios, pero no fue tan así algunos años atrás. En efecto, ese programa se llamó Nivel X y en su época fue un éxito rotundo.

El ciclo, que se emitió por la señal de cable Magic Kids, desde 1997 a 2003 fue conducido por Lionel Campoy y Natalia Dim (Natalia Carla Di Muzzio). De algún modo, el programa fue una de las naves insignias de Magic Kids, ya que el lanzamiento de ambos fue casi en simultáneo. El universo y la temática del programa estaba abocada enteramente a la tecnología y el universo de los videojuegos: noticias, novedades, lanzamientos, entrevistas e informes. Entre otras cosas, llegó a tener algunas secciones como, por ejemplo, “El invitado del día”, donde una persona que participaba de la sección mostraba cómo jugar a algún juego de arcade elegido por él mismo. Otra sección estaba dedicada a los televidentes, quienes podían llamar, enviar un correo electrónico o una carta y pedir un truco para algún videojuego en particular.

Hace algunos años, Natalia, la conductora del programa, dijo en una entrevista de Patricia Mecozzi: “Tengo vívidos recuerdos, pero también ese tiempo me sigue remitiendo al presente porque a pesar de que terminó el formato de Magic, nosotros seguimos haciendo cosas vinculadas al programa durante todo este tiempo”. Por su lado, en esta misma entrevista su histórico compañero agregó: “Era un programa infantil, ¡y de cable! Pero con Nati recibimos todo el tiempo mensajes del estilo: Yo por culpa de ustedes me dedico a los videojuegos y a la tecnología. ¡Es increíble y está buenísimo eso!”.

El mismo Lionel Campoy, que no es otro quien se pusiera en la piel de Bobby Goma en VideoMatch, en esa entrevista confesó sobre algunos trucos de cámara que hacían, que se descubren ahora rudimentarios pero en su momento eran pura magia: “En aquel momento, con Walter, el camarógrafo histórico del programa, las capturas que hacíamos donde recomendaba páginas de internet no eran capturas en realidad; lo que hacíamos era poner la Betacam delante del monitor. Hay veces que aparecía mi dedo, porque yo señalaba y terminaba metiéndolo para marcar algo… Imaginate eso, a lo que estamos hablando hoy, y no pasó tanto tiempo realmente”.

A poco de emitirse el programa se convirtió en un verdadero clásico. No solo para chicos, sino también para adolescentes y también para algunos mayores. No solo el carisma de ambos conductores, que tenían muy buena química entre ambos, sino también lo innovadora de la propuesta atrajo durante esas temporadas a mucho público. Que hoy en día sigue recordando aquel ciclo. Y a la distancia, Nivel X fue sin dudas un programa adelantado para la época. Hay que pensar que ni YouTube existía en esa época y que internet estaba disponible para un nicho muy reducido.

Luego de terminado el ciclo, dejó de emitirse junto con la señal Magic Kids, los rumbos de Lionel y Natalia tomaron caminos distintos. Lionel siguió vinculado a la televisión, participando de varias tiras de ficción, además de empezar a producir y protagonizar obras infantiles con una productora propia. Ella, por su parte, se alejó del medio y empezó a trabajar con el consumo responsable y el diseño sustentable: “Tengo un taller de diseño sustentable de objetos; los hacemos con materiales nobles que impacten poco en el medioambiente. Todo surgió entre la maternidad y querer seguir teniendo mis proyectos, en paralelo de la docencia. Mi hermano y mi cuñada son diseñadores industriales, entonces me puse a trabajar con ellos en la parte de producción y comunicación” dijo hace algunos años.

Cómo olvidar el latiguillo con el que cerraban cada emisión: “Esto ha sido todo por hoy y espero que les haya gustadoooo, ¡chau!”.

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