Entrevista

“No hay un mensaje en las letras, pero sí en la manera en que nos manejamos”

Así lo expresaron los integrantes de Las Voces de Adentro en relación a sus modos de producción y gestión artística. Además, presentaron el nuevo material en el que están trabajando.

Con un intenso recorrido en la escena independiente, Las Voces de Adentro es un proyecto musical que está integrado por Marcos “Poli” Conte y Alfredo Guzmán, quien dialogó con este multimedio sobre la propuesta que llevan a cabo.

—¿Bajo qué circunstancias nace este grupo?

—El proyecto surge entre finales de 2017 y principios de 2018. Sin embargo, la dupla junto a Marcos “Poli” Conte data desde mucho antes porque ya veníamos tocando en otras bandas desde hace más de una década. En ese momento, me encontraba de viaje, comienzo a componer canciones pero no para un formato clásico de banda sino quería algo más directo a la hora de organizar los ensayos y posteriores ­recitales.

—En la actualidad, con esta apertura paulatina a la vida tal como la conocíamos, ¿cuáles son los proyectos en los que están trabajando?

—Ahora estamos enfocados en nuestro segundo EP. Se trata de un proyecto que tendrá 5 canciones, cuatro nuevas y otra que data de otro grupo en el que estábamos, Gran Cuervo. Estamos en pleno proceso, algunas están terminadas, solo las vamos tocando para despejar dudas mientras que otras van armándose.

—En un contexto con tantas posibilidades y propuestas, ¿cuáles son los mensajes implícitos en tu arte?

—Esa es una pregunta quizás un tanto difícil porque la música que hacemos es instrumental, no hay un mensaje en las letras pero si en la manera en que nos manejamos. Si bien la banda no es punk, tiene mucho del DIY (hazlo vos mismo). Todo lo hacemos nosotros, todo. Quizás el mensaje más claro pueda ser que nos gustan muchos estilos de música puesto a que pasamos desde el stoner, por el punk, también el doom, el metal, la psicodelia, la improvisación y la cumbia. Por otra parte, Poli tiene una formación que se llama Vigornia y yo estoy formando otra junto a otros amigos.

—¿Cuál es la visión de la escena actual?

—La verdad que nada buena. En el ámbito de la música pesada, que es por donde nos movemos nosotros, cada vez hay menos lugares para tocar. Desde que ocurrió lo de Cromagnon, muchos lugares que albergaban estilos duros fueron cerrando, muchos por no cumplir las normas, otros porque no les dio para sobrevivir. Hasta ahora el que nos viene haciendo el aguante siempre es Pura Vida, pero es difícil contar con un solo lugar para tocar nuestra música viviendo en una ciudad que está minada de bandas. De todos modos, está claro que no hacemos esto por el reconocimiento mundial o por dinero, porque si no haríamos estilos de música más ­populares. Pero si hay un momento ­gratificante, es cuando otro músico se acerca desde su lugar para decirte que lo que hacés es muy bueno. Eso paga parte del viaje.

—¿Qué otras aristas les faltan recorrer?

—Irnos de gira.

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