Premios Óscar: llegó el castigo

La pareja encargada de la seguridad de los sobres fue oficialmente desplazada para próximas ceremonias

Si hay algo que distingue a los estadounidenses es que cuando hay que cortar cabezas por un error no les tiembla el pulso. Después del papelón histórico registrado el último domingo, cuando le entregaron un sobre equivocado al pobre Warren Beatty y a su compañera Faye Dunaway, se supo que la pareja encargada de esa tarea, Martha Ruiz y Brian Cullinan, fue oficialmente vetada para llevar adelante ese trabajo en las próximas ediciones de los premios de la Academia.

La consultora Price Waterhouse Cooper (PwC) se encarga del recuento de votos y la seguridad de los sobres desde hace más de 83 años. Sin embargo, luego del grosero error, hubo una nula reacción tanto de Ruiz como de Cullinan, quienes no cumplieron con los protocolos para que los protagonistas no quedaran expuestos.

Según fuentes cercanas a la empresa PwC, estas dos personas continuarán siendo parte de su equipo, pero no serán destinados nunca más a una ceremonia de premios Óscar tras el histórico error vivido el domingo, al anunciarse que el premio a la mejor película era para La La Land cuando en realidad correspondía a Moonlight. Además, tampoco se hicieron cargo en el momento y Jordan Horowitz, el productor de la cinta dirigida por Damien Chazelle, tuvo que anunciar cuál era la verdadera ganadora. 

Luego de la confusión generada hacia el final de la ceremonia, la consultora asumió la “total responsabilidad por la serie de errores de los protocolos establecidos durante la noche de los Óscar” a través de un comunicado en las redes sociales. En el mismo se puso el foco sobre el empleado, al contar que “Cullinan se equivocó y entregó el sobre con el premio de actriz protagonista, en lugar del sobre con el de mejor película, a los encargados de anunciar el último premio de la noche”.

El rating más bajo en años

Las noticias para la Academia no pudieron ser peores luego de la 89ª edición de los Premios Óscar, ya que la transmisión obtuvo el índice de audiencia más bajo desde la de 2008, cuando tuvo lugar la huelga de guionistas, que fue vista por 31,8 millones de televidentes en Estados Unidos, siendo la más baja del siglo. Por lo tanto, esta última edición sería la segunda peor, con 32,9 millones de espectadores.

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