Entrevista Exclusiva

Silvia Gómez: “Tengo un camino rico y diverso, con momentos increíbles vividos”

En diálogo con diario Hoy, la folclorista resume los mejores desafíos que enfrentó y presenta el material en el que está trabajando.

Con el arte como oficio y forma de vida, Silvia Gómez se consagró como una cantante de folclore que forjó su carrera en base a obras propias. Asimismo, retomó otras inherentes al repertorio popular argentino.

Con esfuerzo y perseverancia, la intérprete logró cosechar su siembra, integró numerosas formaciones junto a sus hermanos y hoy está inmersa en la difusión de su disco. También, está participando en la producción de un documental sobre el célebre Fortunato Juárez, el músico que dejó su huella y resulta ser el tío de la entrevistada.

Durante una charla íntima con este multimedio, Silvia reveló los detalles del presente inusual que atraviesa como artista, las sensaciones por sus nominaciones a galardones nacionales. Incluso, reflexionó sobre las militancias de género.

—En estos tiempos inusuales para la humanidad y sin conciertos presenciales, ¿en qué proyectos estás inmersa?

—Por ahora estoy sin presentaciones en vivo porque las actividades se suspendieron. Tengo un disco que quedó a medio difundir como también el concierto en vivo que iba a ser en el Teatro Municipal Coliseo Podestá. Luego se instaló la pandemia y no pudimos hacer demasiado. Asimismo, estoy con la programación de algunos videos que es la única forma por ahora de poder llegar a la gente. Ya lancé uno con la canción de Jorge Fandermole llamada Lo que usted merece. Participaron las niñas de la familia, de alguna manera, las vimos jugar y está dedicado a la infancia. Lo vinculamos mucho hacia la lucha femenina, y próximamente habrá otro. En ello estoy inmersa en estos días. Por otra parte, hoy tenemos un proyecto de documentales dedicado a mi tío Fortunato Juárez y será una pieza audiovisual que deje testimonio de lo que fue su vida, su profesión. Estoy en todo eso, pero desde casa.

—Como artista en este contexto, ¿de qué manera intentás sobrevivir en una carrera que tiene su desempeño frenado por la pandemia imperante? ¿Cómo hacés para permanecer en boga?

—Estoy con muchas ganas, ojalá esto luego pueda materializarse en presentaciones presenciales, en mantener un vínculo con la gente, o viajes a otros lugares para conocer otras realidades, siempre a través de la música. Añoro esos momentos y pienso que esta pandemia nos coartó un montón de cosas a los artistas, a tanta gente que está muriendo. Es una calamidad tremenda. Lo vivo con mucha tristeza, justo hoy falleció un primo muy joven y la verdad es que estoy poniéndole el cuerpo, el alma, intento ser positiva. Esperemos que cuando la vacuna esté más distribuida, estemos mejor. Intento permanecer en un contacto con el público a través de las redes sociales, desde las plataformas como YouTube donde subimos los videos, y de todo lo que surja. También a través de WhatsApp en grupos que militan las cuestiones de género y de la lucha que llevamos las mujeres del arte en relación a los lugares que merecemos tener.

—Con una trayectoria extensa en tu haber, ¿qué análisis hacés del trayecto andado?

—Tengo un camino rico y diverso, con momentos increíbles vividos ya sea dentro de la ciudad o en las afueras, en otras provincias como La Pampa, Santiago del Estero, Santa Fe, Neuquén y Río Negro, entre otros. Allí recibí un amor total, un cariño por parte de la gente, una calidez enorme. Antes de la pandemia estuve nominada a los premios Gardel por el disco reciente en la categoría de mejor álbum de folclore. La verdad es que no puedo pedir más, mi recorrido es rico y placentero. Esta situación nos tiene angustiados porque no vemos, al menos por ahora, un horizonte cercano. En relación a las conquistas y batallas de género, nos toca iniciar un camino para estar a la par del hombre. Esa lucha es bastante ardua, queda mucho por hacer aún y lo más tremendo de esta cuestión es la violencia contra el género femenino por parte de los hombres. Suceden crímenes horrendos, desapariciones. No queda mucho por aprender, por saber y deconstruir, pero creo que la lucha debe iniciarse desde los más pequeños para que crezcan con un sentimiento diferente al que nos criaron a nosotros. Allí está la semilla que uno puede sembrar en el tiempo.

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