entrevista

Sofía Gala: “El arte es solo resistencia”

La talentosa intérprete vive un momento intenso de trabajo con varios estrenos y participación en un streaming en el que habla sobre música.

Mientras participa del nuevo streaming, Picnic Extraterrestre, con Viaje al sonido, donde demuestra todo su conocimiento musical y cultural, espera el estreno de Bajo Naranja, película del estadounidense Michael Taylor Jackson, en la que comparte cartel con Vera Spinetta. La película es una dramedia con la participación especial de Kevin Johansen y la producción ejecutiva de Godfrey Reggio, director legendario de Koyaanisqatsi. Trata de un mochilero californiano que acepta por error el papel de Henry Kissinger en una producción teatral en Buenos Aires. Solo más tarde descubre quién era Kissinger: el secretario de Estado que supervisó la dictadura en los años 70 y 80. Hablamos con Gala sobre la película y el momento actual de la cultura.

—¿Cómo fue entrar en el universo de Mike?

—Bueno, Mike me llamó que había visto Alanis, él fue el que se comunicó conmigo. Me pareció... ya que me llame Michael Jackson, un rubio de ojos claros, para hacer una película es una locura, y creo que lo que más me interesó de la propuesta es la mirada americana sobre nosotros, sobre nuestro país, la mirada americana de un joven. Porque siempre la mirada del exterior viene por el lado del tango, y esta mirada sobre las nuevas generaciones y la movida en Argentina con estas nuevas generaciones, desde un género fluido, el poliamor, todas estas cosas que están como en primera plana, desde los temas. Meterme en un mundo que realmente no es mi visión, sino que es la visión de una persona que viene desde afuera y obviamente ponerle de lo mío. Pero porque Paty también tenía en algún punto que ver con algo de esta impronta de chica fuerte, o creativa, o también como la líder, en algún punto de esta banda de amigos. Fue divertido.

—¿Cómo fue el rodaje?

—Con muchos protocolos, como siempre cuando uno empieza a filmar, desde lo que pasaba con el guion hasta las reformas que uno tiene que hacer para que finalmente la película sea viable. Me interesa mucho la película y lo que más me gusta es esta cosa media border que tiene cuando se va a la mierda de lo narrativo. Y de golpe hay un videoclip y está Belén haciendo de Sandro, o de golpe cuando no sabés si esto es la imaginación de este personaje. Eso me resultaba muy interesante y el riesgo particularmente de ponerte en manos de otro es difícil también, ponerte en manos de alguien de afuera que viene a hablar de tu cultura y de su punto de vista y de bla-bla-bla, y llevarlo adelante. Me resultó interesante. En ese momento no teníamos el contexto sociopolítico que tenemos ahora y creo que la película, el estreno está muy conectado, porque Michael vivió acá y creo que conoció a un grupo de amigos así, y creo que es algo un poco biográfica la película en algún punto.

—Es un momento muy complicado para los actores…

—Sí, y siempre soy una afortunada y tengo trabajo, estrené en el teatro San Martín. Vamos a empezar con Anahí Berneri y ensayar una obra de teatro, algo muy chiquitito y muy entusiasmada también con esto que sería a partir, si todo sale bien, julio. Y para fin de año tengo otra propuesta también de teatro, porque me parece que es un poco la única salida que estamos pudiendo tener los actores. Ya sabemos que siempre en el mainstream hay una lista de actores que son los que trabajan siempre, no en mi caso, o sea, sí en el cine, pero muy contenta, no quiero victimizarme, y políticamente y económicamente en el país. Pero siento que la victimización no está buena y siento que siempre el trabajo del artista es la resistencia, para eso se creó, el arte es solo resistencia en los momentos peores, lo que uno está tratando de hacer es resistir. Las cosas impuestas a lo políticamente correcto, o por lo menos yo lo veo de esa manera, hay que resistir madurando, y si no es laburando, también apoyándose en un momento muy duro para los compañeros autores. Yo tengo la posibilidad de tener trabajo, me siento muy afortunada, me siento muy agradecida y por un lado, la verdad, más allá de esto de tener menos trabajo, no tengo que quejarme en comparación a muchos compañeros talentos que en este momento no están laburando. Como que se les da lugar siempre a pocos actores, también son pocos los que tienen la palabra y eso es importante y tengo la palabra. A mí me gusta decir lo que pienso, no me gusta caretearla, me cuesta mucho dar notas y cuando las doy siempre intento ser sincera, decir la verdad y tener una conversación real con la persona con la que estoy hablando sobre lo que pienso. No me da miedo hablar de lo que pienso, ni de lo que siento, no voy a ocultar ni dejar de decir por miedo a nada. No hay que tener miedo, me parece, creo que el miedo también es un elemento de control, es una búsqueda en los que nos quieren controlar y mantener dormidos, callados, inmovilizados. Entonces, me parece que en este momento donde sí habría que tener miedo, es donde ahí, está la resistencia, hay que salir y decir lo que uno piensa, hay que salir y hacer lo que uno puede desde el lugar de cada uno. No hay fórmulas para la resistencia, sino las propias, desde el lugar que de cada uno puede.

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