Una renovación con aires de cambio

La actriz de Shameless, Emmy Rossum, exigió ganar lo mismo que el protagonista masculino de la ficción. La producción aceptó y sentó un buen precedente para un futuro igualitario

Este 2016 se caracterizó por un pedido unánime de las actrices exigiendo mayor presencia en las producciones e igualdad en los salarios que cobran con respecto a sus colegas masculinos.

Scarlett Johansson, Jennifer Lawrence y Robin Wright (House of cards) se pusieron al frente de esa lucha por la igualdad salarial. En las últimas semanas se sumó a ellas la joven y talentosa actriz Emmy Rossum de 30 años, quien es, desde hace siete temporadas, Fiona Gallagher en Shameless, la exitosa versión hollywoodense de una serie de origen británico. 

Allí, su personaje creció tanto que el mismo protagonista y productor de la ficción, William H. Macy (Frank Gallagher) cedió un poco de su espacio para que la líder improvisada de esa disfuncional y numerosa familia de los suburbios pobres de Chicago tuviera un rol más importante en la serie con el paso de los años. 

Pero esa mayor presencia no se veía reflejada en los salarios, ya que el intérprete de 66 años cobraba más que Rossum, por lo que al finalizar la séptima temporada ella dijo basta y planteó que quería cobrar lo mismo que su compañero o no renovaría para una octava temporada. Finalmente ayer se llegó a un acuerdo, la comedia dramática seguirá al aire, y Emmy consiguió otra victoria para todo el género femenino. Bien por ella.

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