Vale Cini: “El arte me habita”

Durante una entrevista con este multimedio, la cantante recorrió su trayectoria y presentó el show que la trae a la ciudad de las diagonales

En diálogo con diario Hoy, Valeria Cini brindó los detalles del show que dará, junto a Sofía Schnack, el 21 de octubre en La Bicicletería, 117 y 40.

—¿Qué concepto mantiene esta ­producción?

—Al momento no estoy presentando disco nuevo. Pero en ambos discos anteriores hubo y existe siempre la idea de obra conceptual, al menos desde mí. En la producción de Buen gusto y malas costumbres toqué varios de los instrumentos, no grabé con banda estable sino con músicos invitados y o sesionistas a los que les fui pasando los arreglos y me tome más tiempo, realicé mayor posproducción. Grabé varias capas de guitarras, por ejemplo: grabé, acústicas de 12 cuerdas, guitarras eléctricas, nylon e incluso bajos en algún tema, así como algunas percusiones y ruidos ambiente. Lo hice más lúdico y tocando varios instrumentos y me tome varios meses para terminarlo. Grabé dos versiones muy versionadas por cierto, de temas clásicos y hago un modo homenaje a poetas mujeres como Ana Cristina Cesar, Susana Thénon, Virgina Woolf e incluso a Violeta Parra. En La bestia melancólica los temas los compuse con la sexta en D (re), todos los temas están así en el disco y algunos en afinación de C (do), y grabé las dos afinaciones por momentos, y la nota de re sería la nota fundamental que une un tema con el otro, cual hilo de Ariadna en el laberinto de esta bestia, que viene a develar y hablar de la sombra, los ancestros, la resignificación, lo no binario, lo dionisíaco y apolíneo, así como de la naturaleza y las exuberancias y diversidades que nos proponen los paisajes argentinos, desde pampas a montes subtropicales.

—¿Cuáles son las sensaciones que te rodean?

—Al respecto de los discos y la selección del material de cada uno, hay diferentes sensaciones. En Buen gusto y malas costumbres siento aguas y calma de contemplación, una sensación de paisajes llanos y horizontes. En La bestia melancólica las sensaciones son más explosivas e intraterrenas, es lunar y a la vez luminoso, como noche americana. Siento a La bestia como una gran confesión y llena de regalos a mí misma.

—¿De qué manera funciona la elección del repertorio?

—Cada disco se compone de una serie de canciones que forman un concepto obra que se cuenta canta. Por eso ambos discos tampoco tienen muchos temas, ambos son de siete canciones. Creo que es fundamental estar atenta a ello, a lo que estoy contando y representa un disco, no poner demás solo porque haya temas, prefiero pensar en menos cantidad en todo caso y que tenga un recorrido.

—¿Cómo te atraviesa el arte?

—El arte me habita más que atravesarme, creo, o yo habito en él tal vez. Arte es hacer de la nada mundos o universos posibles. Encuentro inspiración en todo lo que me rodea, pueden ser sensaciones, pequeñas imágenes o grandes paisajes, situaciones fuertes y transmutadoras de la vida, cuestiones sociales o un perfume de albahacas.

—¿Qué análisis hacés de la escena actual?

—Creo que hoy se encuentra en el under, o ámbito emergente, la música nacional que más me gusta. Me encanta la cantidad de mujeres y diversidades con proyectos propios y bandas. Es un respiro de aire fresco y hace bien. Hay mucho más aún por descubrir fuera del mainstream, que sinceramente no es lo que más me ­inspire hoy día, salvo el último disco de Babasónicos o amigos y colegas que son maravillosos, hay muchos y grandes talentosos artistas absolutamente desconocidos.

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