A partir de agosto viajar en remís en La Plata saldrá más caro
Lo anunciaron la Cámara de Agencias de Remises Platense y la Asociación de Choferes tras el incremento en el costo de los repuestos para los autos. La bajada de bandera será de 130 pesos y cada kilómetro recorrido tendrá un costo de 110 más.
Ante la suba de precios que se viene registrando en todo el país, más de 900 remiseros habilitados de la región definieron una suba en la bajada de bandera que tendrá impacto directo a partir del 1° de agosto.
Según Mariano Oslovanich, titular de una de las agencias más importantes de la zona, la bajada de bandera a partir del mes que viene tendrá un costo de 130 pesos, mientras que cada diez kilómetros recorridos se deberá pagar unos 110 pesos más.
Asimismo, se definió que la espera tendrá un costo de 1.000 pesos por cada hora que un pasajero de este tipo de transporte tenga que disponer en un viaje.
“Debido a la situación económica que estamos pasando decidimos impulsar un aumento del 25 por ciento promedio en comparación a lo que se venía cobrando”, explicó Mariano, uno de los referentes de los agencieros de La Plata.
Cabe recordar que el impacto de la medida beneficiará a más de 900 titulares de remises habilitados en La Plata que no tenían un aumento en los viajes desde el mes de marzo cuando se aplicó un incremento del 20 por ciento.
En la ciudad hay cerca de 1.600 remises registrados, pero cerca de 700 se quedaron sin la renovación de las habilitaciones en el proceso en el que se extendieron las restricciones fuertes por la pandemia de coronavirus entre el 2020 y el 2021. De esta forma, entre 900 y 1.000 autos siguen recorriendo las calles de La Plata habilitados como servicio de remise en todas las agencias que también están registradas en la región, aunque se estima que en los próximos meses los 700 que todavía no lo hicieron puedan regularizar su situación.
Falta de repuestos
Debido a la falta de alternativas y piezas para arreglar los motores o accesorios de los autos, la reparación de las unidades también se ha convertido en un verdadero problema en la región.
Hasta la semana pasada, por ejemplo, conseguir una bobina para hacer funcionar el sistema eléctrico de un vehículo de inyección electrónica no era tarea sencilla, ya que los fabricantes comenzaron a detener la venta al por mayor sobre la base de la variación de los precios.
Por ejemplo, una bobina de un vehículo del año 2015 que pudiese usarse como transporte de pasajeros, según la marca podía pagarse la semana pasada hasta 25.000 pesos.
En cambio, el mismo repuesto con una marca alternativa oscilaba los 8.000 pesos. No obstante ahora no solo que no hay stock, sino que tampoco hay precios fijos y nadie quiere salir perdiendo.