“Viajando en el 404”: un ferroviario recorre la Provincia en un auto clásico de 1967

Pablo Delonghi cumplió el sueño de tener un auto igual al que tenía su papá cuando él era chico y, a modo de homenaje, sale a visibilizar los pueblos que quedaron paralizados cuando dejó de pasar el tren.

Con un Peugeot 404 modelo 1967, el trabajador del ferrocarril, Pablo Delonghi, recorre pueblos que quedaron paralizados en el tiempo cuando el tren dejó de pasar. Con una combinación de turismo rural y aventura, el hombre destaca a su auto en las redes sociales, donde alcanzó una fuerte repercusión. En diálogo con diario Hoy, relató cómo comenzó el proyecto y cuál es el alcance.

—¿Cómo comenzó esta iniciativa y cómo la llevás a cabo?

—Comenzó un poquito como una diversión, por entretenimiento y de golpe empezó a tener esa combinación del auto clásico, lugares que son antiguos, como están detenidos en el tiempo y me dio la pauta que podía ir a recorrer más lugares. Voy a estos lugares donde el tren ya no pasa, pueblos en los que todo quedó detenido en el tiempo. Esa combinación está buena para mostrarla, para que vea la gente que hay unos pueblos que son hermosos y muy cerca. Además conocer a esta gente que, lamentablemente, al quedarse sin tren se quedó sin medios de comunicación. Hace 27 años que trabajo en el ferrocarril, los viajes los hago en los momentos libres o en algunas vacaciones que puedo darme alguna vuelta un poquito más larga. Salgo a la mañana bien tempranito con una hoja de ruta y por ahí se hacen 800 kilómetros al día.

—¿Qué respuesta te da la gente en los pueblos y en las redes?

—La gente al principio es un poco desconfiada, pero con el auto es como que se abren mucho más. Lo primero que te cuentan es que han tenido uno o que algún pariente tuvo un auto así y te empiezan a contar historias del pueblo, de lo que era antiguamente este movimiento que había te da la pauta de que había un movimiento enorme cuando llegaba el tren; la gente te lo cuenta con tristeza porque los jóvenes se van, quedan los viejos que son los que todavía resisten ahí en el pueblo. No esperaba tanta repercusión, pero llegan mensajes de todos lados, la gente se prende mucho.

—¿Viajás solo o acompañado?

—Viajo solo porque por las hojas de ruta que me armo planeo ir a tres pueblos y capaz que termino viendo un par más que encontré en el camino, me desvío y me meto; no es para cualquiera que te acompañe porque no cualquiera se lo aguanta eso. También es un modo de despejar mi cabeza. Lo que tengo planificado al corto plazo es ir por la parte del sur de Buenos Aires; mientras tanto voy a ir por algunos pueblos que todavía no conozco. La idea principal es, algún día, poder hacer la Ruta 40 de punta a punta.

—¿Por qué elegiste este auto clásico y no otro?

—El Peugeot 404 era el auto que teníamos cuando yo era chico y mi papá nos llevaba las vacaciones. Fue el primer auto sobre el que anduve, nos llevaba a todos lados. Entonces es como una especie de homenaje y de tener un auto igual al de mi papá que, gracias a Dios, pude conseguir el mismo color, que no fue fácil.

—¿Es fácil salir a la ruta con él? Se ve impecable, pero tiene sus años

—Hay que estarle encima mucho porque al salir siempre podés tener algún inconveniente. Es un auto que no es para andar a 140 km/h por la ruta, va a 100 sin problemas y en los caminos rurales hay que andar con cuidado. Siempre estándole encima, cuidando el motor, que esté en condiciones; por suerte tiene un andar que es muy lindo, es muy cómodo el auto.

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