Alfredo Alcón y los derechos del público

Recordado como uno de los actores más notables de nuestro país, Alfredo Alcón, además de ser considerado un referente del teatro clásico, fue un incansable vindicador del derecho del público al pensamiento. Era un hombre que estaba convencido que el ser humano es de por sí un ser utópico, víctima de una sed que no se sacia con nada. En ese sentido, siempre trató de hacer las cosas que le gustaban. Así, definió su carrera como un intento por responder a las exigencias de la alegría: “Qué ser actor sea, más allá de tener condiciones o no, permitir un pensamiento que te enriquezca, que te haga bien por dentro, que te transgreda, que te revolucione. Y suponer que al otro le va a pasar lo mismo”.