En esa misma esquina, el
año pasado, perdió la vida un joven que volvía de trabajar. Los comerciantes y vecinos del lugar están indignados.
La esquina de 122 y 40 es una de las más peligrosas en el límite entre La Plata y Ensenada. Por allí transitan a diario decenas de vehículos y camiones de alto porte, que utilizan la avenida para llevar productos que muchas veces vienen desde la Ciudad de Buenos Aires y son trasportados hacia Berisso o Ensenada.
Dicha esquina se encuentra en medio del trayecto dividido por los semáforos de calle 43 y calle 38. Por eso hace unos años se optó por poner semáforos para ordenar el tránsito.
El año pasado, con la escasa circulación por los meses en los que rigió el ASPO y el DISPO, la falta de funcionamiento de los semáforos pasó desapercibida. Sin embargo, lo que resultó inaudito para los comerciantes y vecinos de la zona, es que a partir del mes de octubre notaron que la enorme estructura que debería ordenar y frenar el ritmo de los vehículos, comenzó a inclinarse lentamente.
“Vinieron desde Vialidad dos veces y le sacaron fotos. Después también vinieron desde el Municipio. Pero el semáforo se siguió inclinando en sentido hacia la calle 41”, reveló uno de los ferreteros de la esquina.
La sorpresa no pudo ser mayor cuando en los últimos días, el semáforo apareció una mañana atado a un enorme árbol que se convirtió en el sostén de la estructura metálica.
Como en aquella recordada canción de Ignacio Copani, la estrategia “lo atamos con alambre” parece haber prevalecido en la esquina de 122 y 40, en donde los semáforos no solo no funcionan, sino que también son sujetados con sogas y cables para evitar que se siga inclinando hasta llegar a caerse arriba de un auto o de alguna persona que pase por el lugar.
Para las personas que viven en la zona, pero principalmente para los dueños del comercio de la esquina, la situación representa un perjuicio indirecto, ya que los potenciales clientes pueden terminar evitando el lugar por sentir que resulta inseguro cruzar la calle para entrar al negocio, y también porque en la misma esquina de 40 y 122 ya se registraron varios accidentes por autos y motos que giran a la izquierda para doblar hacia Barrio Hipódromo, desde Ensenada.
Un caos en varias esquinas
Además de lo ocurrido en 122 y 40, los semáforos dejaron de funcionar durante la jornada del miércoles en varios puntos de la ciudad. En la esquina de 1 y 60, por ejemplo, también se generó confusión y bocinazos por la misma causa. También en 6 y 50, en la esquina del Pasaje Dardo Rocha; en Diagonal 80 y 6; y en 25 y 505.