Ciencia

Descifran el misterio de la computadora más antigua del mundo

Utilizando modelos informáticos en 3D, científicos del University College de Londres consideran que han resuelto el rompecabezas del Mecanismo de Anticitera, el objeto más intrigante de la historia de la tecnología.

Un equipo de científicos del University College de Londres descifró buena parte del misterio detrás del Mecanismo de Anticitera, la “computadora” más antigua de la humanidad, un objeto tecnológico construido por científicos griegos entre los años 150 a. C. y 100 a. C. (observaciones más recientes lo fechan en el año 200 a. C.) y recuperado desde el fondo del mar Egeo a comienzos del siglo XX. Bautizado con el nombre de la pequeña isla mediterránea donde fue hallado, desde entonces ha cautivado la atención de especialistas de todo el planeta.

Tal como fue encontrado entre los restos de un naufragio romano, representa solo un tercio de lo que habría sido un mecanismo de relojería compuesto por al menos treinta
engranajes de bronce. Es un dispositivo de acción manual, cubierto con algunas inscripciones que permitieron seguir los primeros pasos de su investigación. La parte posterior del mecanismo ya había sido reconstruida mediante estudios anteriores, pero la naturaleza de su sistema de engranajes en la parte delantera seguía siendo un misterio.

Según el artículo publicado este viernes en la revista Scientific reports, el estudio de UCL se sirvió de modelos informáticos en 3D y un método matemático griego para recrear todo el panel frontal y ahora se prepara para construir una réplica del Mecanismo de Anticitera a gran escala utilizando materiales modernos. Así, la investigación revela una nueva visualización del antiguo orden griego del universo dentro de un complejo sistema de engranajes. “El nuestro es el primer modelo que se ajusta a todas las pruebas físicas y coincide con las descripciones de las inscripciones científicas grabadas en el mecanismo mismo”, indicó Tony Freeth, profesor de Ingeniería Mecánica y autor principal del proyecto. “El Sol, la Luna y los planetas se muestran en un impresionante tour de force (esfuerzo grande) de brillantez griega antigua”, agregó.

Todo parece indicar que el artefacto fue diseñado para predecir posiciones astronómicas y eclipses de hasta diecinueve años con propósitos astrológicos y para crear calendarios. También para calcular la fecha exacta de seis certámenes griegos antiguos, entre los que se encuentran los cuatro principales Juegos Panhelénicos y dos juegos más de menor entidad.

“Frágil, intrigante y repleto de sorpresas”, describen los científicos. De acuerdo a los textos antiguos de Cicerón, es probable que el Mecanismo de Anticitera no fuera el único de su naturaleza. En su tratado De re publica, por ejemplo, menciona dos máquinas diseñadas y construidas por Arquímedes que luego pasaron a manos romanas y los analistas contemporáneos consideran como mecanismos de tipo planetario para predecir los movimientos de los astros.

Esta tradición de tecnología mecánica completa se interrumpió en algún punto de la antigüedad y no se reanudó sino hasta varios siglos más tarde. En abril de 1900, el Mecanismo de Anticitera fue descubierto por un grupo de buzos recolectores de esponjas a 45 metros bajo el agua, mezclado entre estatuas, alfarería, vidriería, joyería y monedas. El hallazgo, enviado al Museo Arqueológico Nacional de Atenas para su análisis, pasó un largo tiempo inadvertido como un mero bulto de madera y bronce corroído.

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