Desesperados: platenses varados en Bolivia piden regresar

Elizabeth Molina y David Tapia están viviendo una historia de terror en el país vecino. Se quedaron atrapados allí sin dinero ni lugar donde hospedarse. Piden ayuda al Gobierno argentino.

Una pareja de jóvenes platenses está varada en Bolivia desde hace cuatro meses y está viviendo una historia de terror que no sabe cuándo va a terminar. Por eso, piden a las autoridades del Gobierno argentino que los ayude a regresar a la ciudad.

Elizabeth Molina y David Tapia fueron a visitar a su familia que vive en el país vecino, pero cuando comenzó el aislamiento social, preventivo y obligatorio quedaron varados sin nada más que un poco de dinero y lo que llevaban puesto. Ahí, comenzó el calvario de no saber qué hacer y respuestas esquivas a los pedidos de ayuda.

“En un momento nos inscribimos para ser repatriados y ver si entrábamos en ese programa. Del Consulado nos llamaron para decirnos que nos aprobaban pero teníamos que pagar 485 bolivianos, algo así como 9.000 pesos cada uno. Les dijimos que no teníamos esa plata y nos respondieron que pidamos prestado porque sin pagar no podíamos viajar” dijo David a diario Hoy.

En la primera etapa él pudo trabajar por un tiempo en la cosecha de maíz y papa, pero luego eso se terminó, y los diferentes funcionarios con quienes hablaron les dieron respuestas que los expulsaban de las ciudades. Les aconsejaron irse del modo que pudieran porque no tenían la solución.

Luego de un tiempo, pudieron juntar algo de dinero para tomar un colectivo hacia la ciudad de Yacuiba y de ahí pasar a otro que los traería hasta Buenos Aires. Pero todo terminó mal. La Policía en conjunto con la Interpol detuvo el colectivo y les dijeron que por falta de papeles tenían quedirigirse hacia otra ciudad donde les darían una respuesta.

“Llegamos a Tarija después de horas de viajar y nos recibió otra vez la Policía, nos dijeron que no tenían por qué explicarnos nada, que nos vayamos porque no nos iban a recibir. Estaban encapuchados, con gases, nos empujaron, nos quisieron subir al patrullero diciendo que nos iban a armar una causa por incitar a la violencia, cosa que no estábamos haciendo, está todo grabado” explicó Elizabeth.

En ese ómnibus que tomaron los mandaron de regreso, los empujaron y amenazaron al chofer para que dejara la ciudad. A mitad de camino, el chofer les dijo que los que se dirigían a la ciudad de Cochabamba deberían bajar y los dejó a ellos junto a otras mujeres con sus hijos en el medio de la ruta.

“Ahí nos quedamos con otras tres chicas argentinas, llamamos a la cónsul de Yacuiba que dijo que iba a hablar con el cónsul de Tarija. Él nos llamó y nos acusó de habernos metido en esa situación y que ellos no tenían dinero para hacerse cargo de nosotros. Nos sugirió irnos a dormir en alguna iglesia. Mientras tanto, la gente del lugar tenía miedo de nosotros y nos miraban mal, hasta la noche esperamos y recién ahí nos habilitaron quedarnos en un hostal pero no sabemos qué va a pasar después” explicaron.

Lo cierto es que el tiempo pasa, la plata que pudieron conseguir se acaba y las soluciones no llegan. La pareja señaló que para cruzar la frontera, el gobierno de Bolivia exige la seguridad de que del lado argentino alguien los reciba y los traslade, pero eso no está asegurado y eso los limita a volver.

“El cónsul no apareció. Comemos una sola vez en el día. No sabemos si nos van a ayudar. Tengo principio de diabetes y arritmia cardíaca pero acá no atienden gratis si no sos ciudadano. Si me llega a pasar algo no tengo atención médica” concluyó Elizabeth.

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