El boliche mas antiguo de Sudamérica, en la cornisa

Se trata de Mi Club, ubicado en Banfield. No puede pagar los sueldos y como muchísimas empresas, no tiene ingresos. Fundado en 1950, está a punto de llegar a su fin.

Las puertas del Complejo Mi Club siguen cerradas y es casi un hecho que dejará de funcionar aún después de la cuarentena. Las cantidad de pérdidas que ha generado durante el tiempo inactivo son irreparables para sus dueños y creen que la mejor solución es cerrar para siempre. 

Mi Club es un boliche ubicado en Banfield que nació en 1950 llegando a los 70 años de historia este año. Rubén Mattiauda fue quién lo fundó cuando solo tenía 15 años. Hoy a sus 85 existe la posibilidad de que lo vea cerrar. "Es una estructura muy costosa de mantener. Los meses pasan y las perspectivas no cambian", contó su hijo Adrián Mattiauda.

"La situación de todas las pymes es crítica. En nuestro caso, además, fuimos los primeros en cerrar y creemos que seremos los últimos en volver a abrir. Además, no tenemos delivery ni ventas o fiestas online. No hay nada que pueda reemplazar lo nuestro, que es el trato con la gente", afirmó sobre la oportunidad de reconfigurar su actividad y hacerle frente a la pandemia.

Lo cierto, es que un boliche que vio a las personas entrar de traje y vestido largo en las mujeres, que supo ser testigo de los altoparlantes impulsados por los discos de vinilo, CDs y luego computadora, hoy, salvo una utopía tendrá que cerrar. A su vez, entre todas las noticias negativas, testigos afirman que podrían escribir hasta un libro de las cosas que han visto.