Hallaron un supuesto submarino nazi en Necochea

La embarcación, descubierta frente a las costas de Arenas Verdes y Costa Bonita, podría haber pertenecido a la flota alemana durante la Segunda Guerra Mundial.

El año pasado un grupo de investigadores llamado Eslabón Perdido encontró a unos 28 metros de profundidad restos de un supuesto navío cerca del puerto de Quequén.

Este grupo fue creado con el fin de buscar los submarinos de Adolf Hitler que arribaron a la Argentina en 1945, según explicó el integrante y líder del equipo Abel Basti.

El 9 de marzo se procedió a realizar la denuncia ante la Prefectura Naval Argentina, donde se les indicó las coordenadas exactas. El Servicio de Hidrografía Naval reconoció que el naufragio no estaba registrado, incorporándolo así a las cartas náuticas.

Tres meses después de esto, la Prefectura Naval realizó una expedición para filmar los restos. Debido al gran daño que mostró no se pudo determinar si era un buque o un submarino. Ahora, con el objetivo de esclarecer la situación, recurrieron a los ingenieros navales Juan Martín Canevaro y Andrés Cuidet, quienes analizaron las filmaciones y brindaron un informe en las últimas horas, luego de cerca de dos meses de investigación.

Un periscopio, la torreta, la escotilla y la cubierta serían así los puntos fundamentales en los que se basó el flamante estudio para determinar que la embarcación podría coincidir con el de un U-Boot, submarino alemán utilizado durante la II Guerra Mundial.

“Una pericia determinó que los restos náufragos encontrados en la costa Atlántica, al sur de la provincia de Buenos Aires, son compatibles con los de un submarino, posiblemente alemán, según un dictamen de los ingenieros navales Juan Martin Canevaro y Andrés Miguel Cuidet”, explicó a través de un documento el grupo Eslabón Perdido. “La zona donde se encuentran los restos del naufragio guarda relación con el tamaño de los submarinos oceánicos de la II Guerra Mundial, como por ejemplo los modelos alemanes tipo IX y XXI que tenían más de 76 metros de eslora”, agregaron al respecto. Vale detallar que la embarcación descubierta el año pasado posee 80 metros de largo y 10 de ancho.

“Las fotos no son extremadamente visibles y no podemos decir taxativamente que es un sumergible si no estamos fehacientemente seguros porque estamos firmando una pericia y además está nuestro nombre”, le detalló a diario Hoy Juan Martín Canevaro, uno de los ingenieros navales solicitado por Abel Basti, quién además es presidente del Consejo Profesional de Ingeniería Naval. “La colaboración era bien clara desde el punto de vista que no­sotros íbamos a redactar en función de lo que creíamos que era lo que está ahí, no lo que él quería que viésemos. Accedió a esta forma y así cumplimos con el informe, que duró aproxi­madamente dos meses. Hay muchas cosas que pueden ser, pero que realmente sean aún desconocemos, confirmado hay poco y nada y suposiciones hay muchas”, indicó.

Sobre la posibilidad de extraer partes de la embarcación y sacarlas del agua, el ingeniero mencionó: “Sería bueno que se saquen los restos, o alguno, y se analice, porque también nos daría a nosotros una tranquilidad de que el trabajo se realizó bien. Podemos habernos equivocado y puede pasar. Pedimos esto porque sería todo más sencillo y claro. Nosotros analizamos solo las fotos. La embarcación está a 28 metros bajo el agua, no es un impedimento. Pasa que económicamente tiene otro costo, es ir con equipamiento y diagramar bien los pasos a seguir. Sería bárbaro verificar estos indicios, que aunque sean fuertes, no dejan de ser

indicios”.

Sumado a esto, Eslabón Perdido también solicitó ayuda a la Liga Naval Italiana, que es un ente especializado en el hallazgo de submarinos de la II Guerra Mundial. Si bien confirmó que se trata de un submarino alemán, pidió mayor tiempo para determinar el modelo. “La pericia italiana agrega además un dato inquietante, que es que el casco presenta signos de haber sido deliberadamente explotado, posiblemente con la finalidad de borrar evidencias”, rescató Basti.

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