Hostels platenses cerrados y arrinconados por la pandemia
Se trata de otro de los sectores afectados por la cuarentena. De estar llenos de estudiantes internacionales y locales, pasaron a estar vacíos, a la espera de volver a trabajar.
La Plata es una ciudad planificada y famosa por sus diagonales, sus espacios verdes y una capital que se distingue en el mundo por su prestigiosa universidad. Por ello, todos los años recibe a miles y miles de estudiantes, de diferentes provincias y países.
El turismo ha crecido en los últimos años, se han construido grandes hoteles y también, como espacio de intercambio cultural, se han inaugurado algunos hostels, que permiten un alojamiento compartido. Como muchos sectores, estos últimos forman parte de los rubros más perjudicados.
“Nuestro hostel está cerrado desde el 8 de mayo, fecha en la que se fue el último huésped que teníamos. Veníamos trabajando súper bien hasta mitad de marzo, y a partir de ahí se fueron yendo los huéspedes que estaban alojados y cayéndose las reservas que teníamos. El panorama pinta negro para nuestro rubro”, le dijo a diario Hoy Ramiro, dueño de La Plata Hostel, ubicado en 50, 16 y 17, y uno de los diez, aproximadamente, que se encuentra en la región.
Ramiro alquila la casa donde funciona el hostel desde hace once años y afirma que jamás, hasta este momento, tuvo un atraso en el pago del alquiler. “Ahora no pagué tres meses y andá a saber cuántos meses más no podré pagar. Ahí hay algo para rever creo, respecto a los alquileres comerciales. Creo que no deberían pagarse en actividades afectadas por la pandemia, ya que la única opción es acumular deuda. Con facturación cero no hay otras opciones”, manifestó.
“Tenemos un público variado, hay varios estudiantes internacionales y argentinos de otras provincias que se mezclan con personas que vienen a la ciudad por otros motivos. Más allá de ser una opción más económica, eligen alojarse aquí por ser un ambiente más desestructurado”, explicó.
“La expectativa para este año era de lo mejor. De hecho hicimos unas mejoras de albañilería y pintura a fin del año pasado, como para arrancar el 2020 renovados. Generalmente a mitad de diciembre baja el trabajo y se reactiva en febrero y la verdad que febrero y mitad de marzo se venía trabajando muy bien, hasta que a partir del 15 de marzo todo se fue desmoronando muy rápido y en cuestión de días”, remarcó.
También, cabe destacar, que los empleados de estos establecimientos han quedado sin ingresos. No solo la situación es preocupante para quienes llevan adelante estos sitios, sino para las decenas de trabajadores que dependen del funcionamiento del sector, que en la mayoría de los casos han quedado sin honorarios.
Consultado sobre el incierto futuro, Ramiro sostuvo: “Me imagino habitaciones al 50 por ciento de la capacidad para retomar la actividad, pero como todavía no hay un horizonte, hay que ver si nos regulan al momento de reapertura”.