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Investigadores de la UNLP lideran el primer estudio evolutivo sobre chinchilloideos

Los chinchilloideos, ancestros de las vizcachas y las chinchillas, son dos roedores típicos de América del Sur.

Un grupo de investigadores del Conicet en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) lidera el primer estudio evolutivo sobre los chinchilloideos, ancestros de las vizcachas y las chinchillas, dos roedores típicos de América del Sur.

El trabajo, publicado en la revista Journal of Anatomy, combinó datos morfológicos y moleculares para analizar las relaciones de parentesco entre estos roedores, cuyos primeros registros fósiles datan del Oligoceno temprano (hace 34 millones de años).

“Lo primero que hicimos fue, en base a la recopilación de un registro documental muy amplio que llevó mucho tiempo, comparar la morfología de los dientes de una gran cantidad de chinchilloideos adultos y juveniles, tanto actuales como fósiles, para evaluar de qué manera va cambiando con el paso del tiempo por el desgaste”, cuenta Luciano Rasia, investigador de la facultad platense y primer autor del trabajo.

En conjunto con investigadores del Instituto de Diversidad y Evolución Austral, el equipo logró establecer la identidad de las estructuras dentales y corroborar observaciones de carácter morfológico realizadas décadas atrás. Además, pudieron completar una serie de vacíos en la ubicación filogenética de algunos géneros que no estaban clasificados.“Nuestro análisis es el primero que incluye a las cuatro familias del grupo, dos con representantes actuales (chinchillidos, donde se ubican la vizcacha y la chinchilla; y dinómidos, como la pacarana) y dos totalmente extintas (neoepiblémidos y cefalómidos), y revela que muchos de esos géneros no clasificados estaban en la base de la familia de los chinchillidos”, señaló el especialista.

Si bien no se sabe con certeza qué llevó a que queden tan pocos representantes actuales de un grupo que llegó a tener una variedad muy amplia en su origen, Rasia sugiere que eso se debió a dos factores: cambios climáticos y el ingreso de fauna exótica.

“En paleontología hablamos de pulsos evolutivos para definir los momentos de mayor diversidad de géneros o especies. Luego de esos pulsos, esas representaciones continúan por cierto tiempo, se extinguen y son reemplazadas por otras. Eso suele darse por cuestiones ambientales”, concluyó.

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