Juntada vecinal y un pedido desesperado de una familia de Ringuelet
Varias familias se reunieron ayer en 3 bis y 517 denunciando a los habitantes de una vivienda en la que viven personas acusadas de violar a los chicos de la zona. Tensión y pedido de justicia.
Belén vive sola con tres nenes en la esquina de 3 bis y 517. En esa casa, hace dos años, recibió a otros nenes del barrio, como cualquier mamá jefa de familia que le abre las puertas a los vecinos para generar un espacio de dispersión. La intención fue genuina, pero el resultado terminó siendo una pesadilla.
De acuerdo a lo aportado por testigos que terminaron denunciando un aberrante episodio, uno de los sus hijos (que en la actualidad tiene seis años) fue víctima de un abuso en uno de los baños de la casa en el año 2022. Por lo ocurrido se generó un gran revuelo en el barrio y la familia del apuntado por la violación se tuvo que retirare de la zona.
Según explicaron, hace 15 días volvió a generarse mucha tensión en la zona, debido a que por una disposición del juez de garantías Agustín Crispo, la madre del acusado, Celeste Serrano, regresó a la vivienda de la zona y sus familiares habían amedrentado a la familia de la víctima.
“Mi hijo ahora está bien. Tuvo que ir al psicólogo por lo que pasó. En el primer momento yo lo envolví en una toalla y lo llevé a que le hagan las pericias médicas y se confirmó que lo violaron”, relató indignada Belén, quien en la nuera de Marcelo Arévalo, un histórico vecino de Ringuelet.
La abuela del nene que resultó víctima de una tarde de “juegos” como en cualquier otra casa, pero en que en este caso terminó de la peor manera, exigió que se haga una “cámara gesell” para determinar con exactitud la gravedad de todo lo ocurrido, y mientras tanto en el barrio sobrevuela un clima de mucha tensión ante posibles represalias y nuevos incidentes tras semejante hecho de violencia infantil.
La familia de Belén, además, recibió el apoyo de un sector de trabajadores vinculados a los choferes de taxis de la parada de calle 43, con la visita del secretario de este sector de conductores, Ariel Quigna. Más aún, se dejó entrever la posibilidad de que haya una juntada de taxis y vehículos cortando la calle 3 bis, en el caso de que la Justicia de familia no deponga la decisión de permitir el regreso al barrio de los acusados de la violación del nene de seis años.
“No queremos la casa. No nos interesa lo que hagan con la propiedad. Queremos que no se crucen más con nosotros y que al nene no le genere un trauma volver a toparse con su agresor”, explicaron ayer en la reunión vecinal, que juntó a varias mujeres de Ringuelet preocupadas por que este caso se pueda repetir en otras casas o cuadras de la misma zona de La Plata.