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La historia de la represa arqueológica hallada en Catamarca que apasiona a los investigadores

“Son evidencias muy complicadas para poder generar una fecha absoluta de cuándo se usó y cuándo se creó”, le dijo a diario Hoy Lorena Grana, doctora en Arqueología e investigadora del Conicet.

La Arqueología es un trabajo de hormiga”, sostiene la investigadora Lo­rena Grana, doctora en Arqueología por la UBA, investigadora asistente de Conicet y docente de la Universidad Nacional de Jujuy.

Mediante un trabajo de investigación que se desarrolla desde el año 2006 en la quebrada de Miriguaca, en Antofagasta de la Sierra, provincia de Catamarca, un grupo de arqueólogos de la escuela de Arqueología de la Universidad de Catamarca descubrieron un hallazgo inédito de un novedoso sistema de riego.

“El equipo empezó bajo la dirección de Patricia Escola. Ella empieza a trabajar en la quebrada y empieza a incorporar a su equipo distintos estudiantes y graduados de la Universidad de Catamarca y de Buenos Aires. Hemos descubierto más de 21 sitios de distintas épocas. Utilizamos imágenes satelitales y empezamos a ver que había ciertas modificaciones en el terreno.

Nos dimos cuenta que eran canales y estaban representando redes de riego en una zona muy amplia. Después de las imágenes satelitales empezamos a prospectar en el terreno, a mirar, caminar y encontramos esta represa”, expresó Grana en diálogo con este multimedio.

La represa hidráulica fue descubierta en diciembre de 2017. Desde ese momento los profesionales vienen estudiándola para tratar de entender su funcionamiento. Se han analizado los rasgos arquitectónicos, los sedimentos y la relación funcional con la red.

“En el 2018 pudimos abrirla un poco, excavar y ver un poco su estructura. En 2019 lo mismo. Venimos trabajando sistemáticamente”, sostuvo la especialista y agregó: “Aún nos falta un montón más, tenemos que tratar de ver si podemos generar una fecha absoluta. Sabemos que es preincaica pero no podemos descartar que haya sido utilizada durante el momento incaico. Seguimos trabajando y nos falta un montón todavía”.

Sobre la función de la represa, señaló: “Como se ubica en un sector particular de la red de riego creemos que está tratando de recuperar el caudal que se pierde desde el momento que toman el agua del río. Los agricultores lo que necesitaban después de ese gran recorrido era volver a recuperar el caudal que se iba perdiendo. Por eso hicieron la represa. Ahí permite acumular el agua, volver a recuperar caudal para poder regar una zona más extensa donde hay mucho más campo de cultivos”.

“Hasta ahora no la hemos podido datar, son evidencias muy complicadas para poder generar una fecha absoluta de cuándo se usó y cuándo se creó. Pero a través del diseño de la red y a través de material arqueológico que se encuentra asociado a la represa creemos que fue utilizada en los últimos mil años”, recalcó la especialista.

“Estamos en la etapa inicial, nos falta saber un montón más. También hay otros sistemas de riego muy interesantes. Nos falta un montón para entender cómo estaban manejando el agua en el pasado para generar estos oasis agrícolas. Creemos que es muy importante porque nos puede enseñar ciertas tecnologías que podemos aplicar en el presente”, concluyó la investigadora.

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