La música: esa sensación indescriptible de placer

Un tema musical, puede provocar una sensación indescriptible en la persona, ya sea por problemas de amorío, bajones emocionales por situaciones familiares, o simplemente llevarla en el viaje del tiempo a recuerdos de lugares visitados en diferentes etapas de la vida.

La música moviliza, transmite, y genera diversos tipos de emociones en el ser humano. Un tema musical, puede provocar una sensación indescriptible en la persona, ya sea por problemas de amorío, bajones emocionales por situaciones familiares, o simplemente llevarla en el viaje del tiempo a recuerdos de lugares visitados en diferentes etapas de la vida.

Si bien se ha reportado que determinados componentes de la música (el modo, el ritmo, la altura, la armonía) inducen ciertas emociones en los oyentes, no hay un tipo de música que evoque las mismas emociones o sensaciones en los distintos individuos; así como por ejemplo el heavy metal puede generar una emoción negativa en un sujeto, puede evocar una emoción fuerte y positiva en otro. No hay un estilo o canción que pueda ser prescripta cual receta médica o de cocina para obtener una determinada respuesta; los efectos que produce en el oyente variarán según sus características personales -cultura, experiencias personales, historia en relación a la música, preferencias-; y la situación en la que se encuentre particularmente al momento de oírla.

Pero, ¿Por qué la música genera placer? ¿Cómo nos ayuda a reducir el estrés? ¿Sirve para disminuir la ansiedad? aquí el detalle…

Música y neurociencia

Es creciente el interés en el campo de las neurociencias en dilucidar los efectos de la música en el cerebro y su impacto en nuestro bienestar. “Hace unos años, un grupo de investigadores en Canadá llevaron adelante un estudio para saber por qué la música nos genera placer. Compararon la respuesta a la música placentera versus la música neutral, confirmando que las respuestas emocionales fuertes a la música dan lugar a la liberación de dopamina (neurotransmisor) que activa el circuito de recompensa –el mismo que se activa al comer una comida rica o tener sexo- lo que ayuda a explicar y entender el valor recompensante de la música.

Escuchar con Atención Plena

Uno de los aspectos fundamentales de la música es la atención cautivante (concentrativa) que puede ejercer sobre nuestro cerebro. Una melodía que nos moviliza nos lleva rápidamente a una experiencia de Atención Plena (Mindfulness) donde abrimos una nueva conexión sensitiva y experiencial con el presente. Muchos deportistas, por ejemplo, la utilizan en el calentamiento precompetitivo para ganar en concentración y motivación.