La NASA estudia la energía que yace bajo el lecho marino de la Tierra

Hay microorganismos que viven en los sedimentos de aguas profundas, uno de los entornos más duros del planeta.

Los descubrimientos sobre abundantes microbios que viven a miles de metros de la superficie del océano tiene implicaciones directas en la búsqueda de vida por parte de la NASA, más allá de nuestro planeta.

Hay una fuente de energía inesperada que sostiene a estos microbios. Los responsables de crear dicha energía quizá sean los químicos creados por la irradiación natural de moléculas de agua.

De acuerdo con un informe publicado por la revista Nature, existen comunidades microbianas que están enterradas en lo más profundo de la Tierra y, aun así, obtienen su energía para vivir.

A esto se le ha denominado la radiólisis del agua, es decir, la división de las moléculas de agua en hidrógeno y oxidantes como resultado de la exposición a la radiación natural. Las moléculas resultantes se convierten en la principal fuente de alimento y energía para los microbios que viven en el sedimento.

Siguiendo a Justine Sauvage, la autora principal del estudio: “Este trabajo proporciona una nueva perspectiva importante sobre la disponibilidad de recursos que las comunidades microbianas del subsuelo pueden utilizar para mantenerse. Esto es fundamental para comprender la vida en la Tierra y limitar la habitabilidad de otros cuerpos planetarios, como Marte”.

Vida en uno de los entornos más difíciles de la Tierra

La vida necesita de una fuente de energía y los sedimentos de aguas profundas representan un entorno en el que el combustible para la vida es muy escaso. Sin embargo, hay microorganismos que viven en los sedimentos de aguas profundas, uno de los entornos más duros de la Tierra que, además, tiene un acceso muy limitado de nutrientes, carecen de luz, poseen alta presión y temperaturas extremas.

Anteriormente, se pensaba que gran parte de la biosfera microbiana en los sedimentos de las profundidades marinas se basaba en material orgánico que se asentaba en las aguas del océano y llegaba hasta el fondo del mar.

En cambio, este novedoso estudio viene a demostrar que la vida en los sedimentos de las aguas profundas podría ser sostenida por una fuente de energía nunca antes sospechada. Esta fuente de energía podría ser esencial en planetas rocosos, que tienen o tuvieron alguna vez agua líquida.

Mary Voytek, científica principal de Astrobiología de la NASA y directora del Programa de Astrobiología de la NASA, comenta: "Al buscar la vida tal como la conocemos, debemos considerar igualmente los componentes necesarios de agua, materias primas y energía… No es suficiente simplemente encontrar agua o moléculas orgánicas en otro mundo, también debemos caracterizar la habitabilidad con un análisis de las posibles fuentes de energía".

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