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La NASA lanzó un minisatélite para estudiar los polos

Se trata del primero de un par de satélites climáticos diseñados para estudiar las emisiones de calor.

La NASA lanzó el primero de sus pequeños satélites específicamente diseñados para estudiar las emisiones de calor en los polos de la Tierra. Se trata de la misión Prefire, que incluye la participación de esta tecnología del tamaño de una caja de zapatos.

Según se explicó, en esta misión van a medir la cantidad de calor que la Tierra irradia al espacio desde dos de las regiones más frías y remotas del planeta. De este modo, los datos ayudarán a los investigadores a predecir mejor cómo cambiarán el hielo, los mares y el clima de la Tierra en un mundo que se calienta.

“La misión llenará un vacío en nuestra comprensión del sistema terrestre, proporcionando a nuestros científicos una imagen detallada de cómo las regiones polares de la Tierra influyen en la cantidad de energía que nuestro planeta absorbe y libera”, dijo Karen St. Germain, directora de Ciencias de la Tierra de la NASA.

La experta aseguró que “esto mejorará la predicción de la pérdida de hielo marino, el derretimiento de las capas de hielo y el aumento del nivel del mar, creando una mejor comprensión de cómo cambiará el sistema de nuestro planeta en los próximos años: información crucial para los agricultores que rastrean los cambios en el clima y el agua, las flotas pesqueras que trabajan en mares cambiantes y comunidades costeras fortaleciendo su resiliencia”.

El pequeño satélite partió ayer desde Mahia, Nueva Zelanda, y el otro los hará en los próximos días desde el Complejo de Lanzamiento 1. La NASA detalló que, después de un período de prueba de 30 días durante el cual ingenieros y científicos se asegurarán de que ambos funcionen normalmente, se espera que la misión funcione durante diez meses.

“Pueden ser pequeños, pero cerrarán una gran brecha en nuestro conocimiento sobre el presupuesto energético de la Tierra”, dijo Laurie Leshin, directora del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California. “Sus observaciones nos ayudarán a comprender los fundamentos del equilibrio térmico de la Tierra, lo que nos permitirá predecir mejor cómo cambiarán nuestro hielo, nuestros mares y nuestro clima ante el calentamiento global”, agregó.

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